One and Only.

Capitulo 4

Cap.4.

Llego a mi casa y cierro la puerta para deslizarme por ella hasta el piso y enterrar mi cabeza en mis brazos.

¡No lo puedo creer!

Llevo todo el camino hasta aquí aguantando las ganas de llorar  y sonreír tontamente por la alegría intensa que crece inunda y aprieta mi pecho ¿has visto Firework de Katy Perry?, ese video te lo explica mejor. Es una sensación muy parecida a la gloria, incluso mejor que correr entre flores y es como estar drogada, muy drogada.

-Me casaré con Aydan Gautier, el amor de mi vida- susurro risueña e incrédula a la vez y exploto en lágrimas, muchas lágrimas de alegría.

Me levanto apreciando como la Sunshine mafiosa choca copas con otras ‘Sunshines’ y la diablilla frota sus manos y ríe como villano mientras se ve en un espejo con un conjunto de lencería rojo. La Sunshine inocente baila entre flores y burbujas y la racional solo sonríe y aplaude satisfactoriamente.

 Se abre paso la Sunshine loca. Enciendo la radio para que suene I love it de Icona pop me quito mis molestos tacones y mi suéter y casi muero cuando mis lindos zapatos rozan el jarrón griego que mi madre me regalo con lagrimas en sus ojos y un ‘cuidalo mucho, es mi bebe’ pero qué más da, me pongo a gritar el pegajoso coro de la canción como una loca  encima de la mesa de mi pequeño comedor al mismo tiempo que bailo. Pronto estoy en ropa interior: unas ‘lindas’ bragas de flores y confeti con el sostén más feo de mi guardarropa, desgastado y de un chillón amarillo. Menos mal que Aydan y yo no nos fuimos a la cama…

Sigo gritando y cantando y estoy segura de que  de que mis vecinos del Park Avenue están a punto de llamar a la policía.

Bride.

Sí, tengo que llamarla.

Me bajo de la mesa y tomo mi móvil pasado de moda y llamo a mi amiga la gordita pelirroja.

Después de dos tonos.

-¡Susi! ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue? ¿Estás en tu casa? ¿Qué paso? ¿Qué te dijo? ¿Cómo te trato? ¿Se desnudaron? ¿Se besaron? Y…y…-

-Bride, estoy excelente, me fue bien, si, muchas cosas, muchas cosotas, bien, no y no-

-Ah, que aburrido-

-Bueno, te contaría pero como te parece aburrido…-

-No, me muero por saber-

-Genial, ven ¡ahora!

-Ok, estoy ahí en cinco minutos-         

Estoy en una ridícula pijama de perritos cuando Bride toca la puerta, la abro y salto para abrazarla, de nuevo estoy llorando como una desquiciada, lo que hace que Bride se tense.

-¿Qué te paso Susi?- pregunta apartándome de ella pero manteniendo sus manos en mis hombros. Sorbo mi nariz congestionada.

-Aydan- susurro y me refugio en su pecho, ella acaricia mi pelo murmurando cosas para calmarme.

-¿Pero que te hizo?-

-El…el…el ¡Bride!- exploto de nuevo y ella me abraza para mantenerme cerca.

-Puedes decirme ¿Te hizo daño ese bastardo?-

Trago saliva y sorbo mi nariz.

-No…el…el…el ¡Demonios! ¡Aceptó casarse conmigo!- digo entre un grito y un sollozo. Bride me mira en shock para luego chillar y abrazarme, apretándome fuerte.

-¿Es una broma?-

-No. Llámalo si quieres-digo mientras seco mis lagrimas. Bride busca su celular y marca un numero, cual niña obediente.