Capitulo 27.

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Cap.27

Al día siguiente, cuando me despierto, estoy sola en la cama y me desconcierto. Miro a mi alrededor y me cercioro de que en efecto sigo en el apartamento de mi chico. Pero ¿Dónde está él?

Busco mi móvil en la mesita que está a un lado de la cama y lo enciendo para ver la hora: son la 6:45 de la mañana, y mi chico sale del baño con su pelo húmedo y sus caderas envueltas en una toalla de algodón blanco, brindándome una suculenta vista de todas esas afortunadas gotitas que descansan sobre su cuerpo; y empieza a moverse dentro de la habitación sin darse cuenta de que lo estoy mirando con mucha atención. El busca su ropa interior, su traje negro perfectamente arreglado en una percha y lo pone todo encima de la cama y de pronto, se quita la toalla y la deja caer al suelo, brindándome una vista VIP de sus...artefactos...

-¡Señor de los cielos!- exclamo y Aydan se pone más rojo que la bandera de China y en menos de un segundo se cubre con mi sabana...y ahora quien esta desnuda soy yo y mis mejillas se encienden de inmediato.

-¡Sunshine!-

-¡Aydan!- le arrebato la sabana y me cubro con ella tratando de taparme hasta las puntas de los pies e inesperadamente mi rubiazo se ríe y se sube a la cama para darme un beso.

-no puedo creer que me tengas vergüenza- murmura él y de un zarpazo me arrebata la sabana, me cubro con la almohada y también me la quita -¡déjame verte!- me pide él y entre risas, le dejo verme mientras él se viste para ir al trabajo, me coloco a los pies de la cama, con mis piernas entre las almohadas y mis manos aguantando mi cabeza y le miro mientras seca su pelo con una toalla y simplemente pasa sus dedos para peinárselo mientras yo tendría que durar media hora sometida al poder desenredante del cepillo de púas, cosa que odio con toda mi alma...

Pero de pronto, mi chico se para frente a mí y su entrepierna queda justo frente mis ojos; y me sorprendo, levanto mi sorprendida mirada hacia la suya y el levanta una de las comisuras de sus labios en una sonrisa muy lasciva, y me sonrojo.

-ya sabes que hacer, nena- sisea este y yo por poco me atraganto.

-Aydan...sabes que no soy muy buena en eso- susurra intimidada y el chasquea la lengua.

-es fácil, solo tienes que subir la cremallera de los pantalones y ajustar la correa- explica el y respiro aliviada.

-¿era solo eso?- pregunto de la misma manera y él me mira incrédulo.

-¡Cristo, Sunshine! Que mal pensada eres- me dice mientras hago lo que me pidió y cuando acabo lo enfrento con mi mirada.

-¿y que querías que pensara? Si te me paras en frente, con tu amigo fiel frente a mis ojos y me dices 'ya sabes que hacer, nena'- digo, tratando de imitar su profunda voz y de eso, mi chico solo se ríe.

-¿Qué es eso de amigo fiel?- me pregunta gracioso, acariciando mi pelo

-pues...- balbuceo –eso...- lo señalo y el se ríe aun mas, deleitándome con ese celestial sonido.

Después de eso, me ducho y me visto con mi típico disfraz de chica profesional, me pongo los cómodos tacones que traje desde mi apartamento y me maquillo sutilmente. Luego salgo de la habitación y me encuentro a Penélope con mi rubiazo esperándome para irnos y me emociono ¡es que perecemos como una familia normal en un martes por la mañana!

Luego subimos al auto de Aydan y primero nos dirigimos a la escuela de Penélope, la dejamos allí y después de que la vemos correr y saludar a un grupo de niñas de su edad que supongo que son sus amigas, nos dirigimos a Holdings Enterprise y llegamos exactamente a las 8:00 de la mañana. Bajo del auto yo primero, después de darle un beso en los labios a Aydan, camino para salir del estacionamiento y finalmente entro a HI.

Al entrar, es lo mismo que todas las mañanas: saludo a algunos compañeros, abordo el ascensor y cuando llego al piso 10 salgo de este y me acerco a donde esta mi panzona amiga, ella se alegra cuando me ve y nos abrazamos.

-¡hola muñeca!- me saluda ella, amoldando mis cachetes y peinando mi cabello frenéticamente, como si nunca hubiese visto a una persona.

-¡hola mi ballenita preferida!- le digo y ella se sonroja y me suelta un golpe en el hombro.

-no me llames así- me regaña y sobándome mi golpeado hombro, asiento y empezamos a hablar de nuestras cosas... como cada vez que llego y faltan minutos para que el jefesote llegue y nos ponga a trabajar como puros esclavos.

En ese momento, la hermosísima Rebecca Collins nos saluda y a la fuerza, se integra en nuestra conversación.

-¿y cómo está tu embarazo, Bride?- pregunta ella.

-bien, creciendo... ¿y tú?- le pregunta a su vez mi amiga y Rebecca me mira muy fijamente y suspira pareciendo algo triste y se, que también me está enviando mensajes subliminales.

-pues... bien- sonríe pero de forma incompleta –tratando de seguir adelante- termina y descaradamente, me guiña un ojo... pero yo le sonrío grande y sin caer en su juego, respondo:

-como toda una mujer con las bragas bien arriba ¿verdad?-

Bride resopla y se peina el flequillo.

La chica de la taza de café por poco se quema la lengua.

Yo continúo brindándole el rosado de mi labial con una sonrisa...

Y ella, solo arquea una ceja...dejándome saber que lo recibió, con los brazos abiertos.


De repente, el típico escándalo del piso 10 cesa por completo y no necesito mirar al ascensor para saber lo que paso, desde luego, mi niño ha llegado. Sin embargo, Rebecca si lo mira y se afecta de tal manera que, junta sus piernas y aprieta sus muslos; respira profundo y se arregla su blusa de modo que, sus pezones erectos sean imperceptibles a la vista humana... ¡pobrecita!

-buenos días- saluda Aydan,pero, a diferencia de los otros tantos días, hoy sonríe, hoy está animado y se ve hermoso así, pero lo lindo de todos es que solo yo sé porque esta tan alegre hoy.    

Todas suspiran a sus pies, como siempre, todas tienen el chorro de saliva por el cuello...y también entre las piernas mientras el camina hacia su oficina y se detiene frente a Bride, la saluda muy efusiva y simpáticamente y le da indicaciones para el trabajo de hoy y mi amiga, obediente, acepta todo lo que mi chico le dice, siempre con un brillo especial en sus ojos, en sus hermosos ojos.

Justo cuando Aydan se aleja de nosotras y empieza a caminar, Rebecca reacciona y con su mano lo detiene posicionándola en su hombro...y yo me alerto de inmediato.

-hola, Sr. Gautier- le saluda ella, cuan adolescente con desequilibro hormonal y él le sonríe cortésmente, sin mirarme, sin percatarse de que estoy aquí.

-buen día, Srta. Collins ¿se le ofrece algo?-

-bueno...si- musita ella y comienza a acariciar su hombro con una de sus largas y rojas uñas...cosa que me pone...violenta; y el parece no querer darse cuenta de nada...-quería decirle que estoy disponible para hacer cualquier trabajo con usted-

¡LA MATO!

¡La pico!

¡LA TIRO POR LA JODIDA VENTANA!

No sé qué hacer exactamente, porque esta claro que ninguna de las opciones anteriores es la mejor a ejecutar...pero me decanto por saludar al jefe yo también y que me vea, que me note que ¡Reaccione!

Pero quien me mira es él y me sonríe grande, yo me sorprendo, luego me acerca a él y pone una de sus manos en la parte baja de mi espalda, dándome un poco de seguridad y dirigiéndose a una perpleja Srta. Collins, le dice:

-gracias, pero preferiría que la Srta. Lambert me acompañe hoy. Es que ella es más eficiente-

¡En tu cara, Bitch! 


One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora