Capitulo 10.

25 3 0
                                    

Cap. 10

Jamás me he sentido tan mierda como hoy. Había empezado a sentir algo de seguridad las noches en las que tuve a Sunshine Lambert en mis brazos, había empezado a comprender algo sobre el amor, pero ahora no hay nada, nada más que mi trabajada autoestima decayendo mas y mas a medida de que pienso en lo que ella se llevo de mi –perdonen si estoy siendo dramático- tan solo fueron unos días y yo no la amaba –no es como si supiera que se siente cuando uno ama- pero ella me quería y eso era suficiente. Hasta pienso que de todos modos yo no la merezco. ¿Les soy sincero? Yo no quería solo sexo con ella, yo quería saber cómo era ser amado, ya que mis otras relaciones solo se basaban en sexo y rutina, así que Sunshine me ofrecía algo totalmente diferente y lo poco que conocí fue asombroso; y ahora no hay nada mas de eso, y yo quería que se quedara conmigo, sí, digo quedarse conmigo porque fue ella quien me capturo al final aunque yo quería mantenerlo todo bajo mi control.

No sé porque termino conmigo, de hecho, dure todo el día de hoy tratando de encontrar el por qué y no, no lo encontré.

Pero aprendí muchas cosas.

Uno: Jamas llames a tu madre si tienes varios meses sin visitarla.

Segundo: Nunca hables de mujeres con mujeres, porque todas se comen vivas, se conozcan o no.

Tercero: Jamas, pero nunca de los nuncas le cuentes nada de tu actual pareja a tu ex pareja, y menos cuando tu ex es una psicópata maniática que hará todo para recuperarte, como en mi caso.

La verdad es que extraño mucho a Sunshine, no quiero sonar cursi pero cuando ella no está mi vida es un decrepito día gris, ahora ocupo mi tiempo en pensar en recuperarla, aunque la voz mental que siempre escuchamos me dice ‘¿para qué?’ ‘no la quieres, olvídala, ella no te hará más caso, consíguete otra puta y ya’. Pero es ese no se qué en ella, que no tenían las demás lo que  me dice que la recupere, es esa rara sensación de que algo pasajero tiene, obligatoriamente que durar para toda la vida.

Me encuentro a mí mismo marcando su número telefónico y poniendo mi móvil en el oído, después del tercer tono, escucho su voz:

-¡Holas!-

-¡Sunshine ho…-

-Estas en el buzón de voz de Susi, ahora no puedo atender tu llamada pero puedes dejar tu mensaje para que pueda escucharlo después. ¡Pasa un lindo día!-

Esto debe ser lo más cursi que he hecho en mi vida.

-Sunshine, soy yo, Aydan. Sí sé que no quieres escucharme pero no borres esto antes de oírlo…- respiro profundo –sé que estoy sonando desesperado porque no ha pasado ni un día desde que…bueno, me dejaste. Solo te quiero decir que te detengas un momento a pensar en que este no era tu sueño. El que me contaste esa vez, tu sueño era quedarte conmigo ¿recuerdas? No había ningún otro, entonces lo tenías tan cerca ¿Por qué lo dejaste ir?  Esa no eras tú ¿cierto? Porque los Brillos de Sol llegan a su objetivo y lo iluminan hasta que ya no pueden mas. Sé que estoy hablando demasiado pero, por favor, piénsalo. Quiero oír lo que pensaste mañana. ¡Ah! Y felicidades porque recuperaste a Bride, las vi en el almuerzo. Adiós, duerme bien…Brillo se Sol.-

  

Y llego mañana y no supe nada de ella, mucho menos de su respuesta, es más, ni siquiera la vi en el almuerzo.

Me voy a casa decepcionado, no de mi suerte, sino de ella. Camino hacia mi auto en medio del frio pre invernal de Nueva York y abro la puerta para entrar.

-Hola Aydan-  no, no te emociones, es James Hederman y tan solo oír su voz me da ganas de… ¡No se! ¿Matarlo y luego dejarle el cuerpo a las ratas?... me obligo a cerrar la puerta de mi auto y ponerle atención.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora