Capitulo 26.

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Cap. 26

Después del percance con Brian, nos dirigimos por fin al apartamento de Aydan, quien, en el resto del camino no dice absolutamente nada y sé que esta incomodo con todo lo que paso a la salida de la cafetería. Hasta yo. Realmente no me esperaba volver a ver a ese chico.

Brian Parks fue para mí el amor platónico de toda adolescente. Íbamos a la misma secundaria y teníamos varias clases juntos y todas ellas él se sentaba a mi lado ¡valla suerte la mía! Pero, sin embargo, nunca le hable y solo me limitaba a mirarlo de soslayo; a diferencia de otras chicas que le saltaban encima como puras depredadoras.

Hasta que un día, en una fiesta, el me hablo y me invito a bailar, pasamos una noche divertida, una de las mejores de mi vida, y nos hicimos amigos. Aunque era difícil para mí ocultarle mis sentimientos. Y así paso otro año hasta que otro día el me confesó que sentía cosas por mi y más feliz que nunca acepte ser su novia. Brian Parks fue mi primer novio en toda la regla con eso de citas, presentación a los padres y discusiones y fue también con quien perdí mi virginidad. Pero todo lo bonito que teníamos se acabo cuando el se fue a Londres y tuve que olvidarle y seguir con mi vida, mi carrera y posteriormente mi trabajo aquí en Nueva York.

Al fin llegamos al edificio, Aydan aparca su lindo mercedes en el parqueo de residentes e inmediatamente salimos de este en silencio, Penélope con su cargamento de muñecas entre los brazos.

Tomamos el ascensor y Aydan sigue en silencio, cosa que me preocupa ya que algo muy serio debe estar rondando por su mente ahora. O tal vez tiene miedo, o quizás inseguridad; algo muy impropio de Aydan, por cierto. Pero sin embargo, intuyo que esto de las relaciones amorosas es algo nuevo para él y esté un poco inseguro y que conste que digo 'nuevo' porque según me dijo él hace un tiempo, sus relaciones con otras mujeres eran más sexo que otra cosa.

Cuando entramos en la casa, me siento un poco extraña y nostálgica por la mezcla de intensos momentos que este lugar han sucedido. Respiro profundo. Y decido que, me dispondré a cuidar lo tenemos y tendremos a partir de ahora, porque no quiero revivir los incómodos momentos del pasado y mucho menos volver a la montaña rusa que era nuestra compleja relación de 'amigos'

-tengo hambre, aliméntame de nuevo, tío Aydan- suelta Penélope, de repente, sacándome a mí de mis pensamientos y logrando que Aydan salga rápidamente de su retraimiento y le dedique una sonrisa con gracia.

-¿Qué eres? ¿Un perrito?- le pregunta y la niña frunce el ceño confundida.

-noooo- musita ella -¿Por qué me dices así?-

-porque son los perritos a los que hay que estar alimentando todo el rato- le explica el, con las comisuras de sus labios ligeramente levantadas y a Penélope le brillan con entusiasmo los ojos, como cuando vez algo en una tienda y lo quieres tener sí o sí.

-¿me compraras un perrito?-

-ni loco- murmura él, y me hace reír.

-¿Por qué no?- se queja ella, haciendo un puchero adorable.

-si quieres un perrito, díselo a tu padre- ahora ella sonríe grande, mas entusiasmada aun.

-y si me lo compra ¿puedo traerlo aquí?-

-jamás- la corta él y ella frunce el ceño enfadada.

-¿Por qué?-

-porque no-

-pero ¿Por qué no?-

- porque no ¡ya te lo dije!-

-pero...-

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora