One and Only.

Capitulo 3

Cap. 3

Lentitud, esa es la palabra que mejor describe este día. Golpeo mi mejilla con el lápiz mientras miro el reloj de pared avanzar lentamente con mis ojos cansados y sobrecargados de corrector de ojeras, ya que no pude dormir gracias a un insomnio de pensamientos, y es que Aydan Gautier quiere verme, a solas.

Yeah baby, ese solo pensamiento basto para que mis ojos se fijaran al techo y no se cerraran en toda la noche. Fueron unas horas infernales.

6:58, uf! Dos minutos para salir de   aquí y son eternos. Ocupo ese tiempo para recoger mis cosas y organizar la oficina cuando escucho los toques en la puerta de alguien; volteo para ver a Aydan esperándome: un momento demasiado perfecto para correr a sus brazos y besarlo, pero no, eso sería otros tres días de reclusión en mi casa. Un suicidio.

-¿Ya estas lista?- pregunta con su voz profunda y melodiosa.

-Si-

Tomo mi bolso y apago las luces para cerrar la puerta. Cuando Aydan y yo cruzamos la recepción todo el personal se nos queda mirando y susurrando a la vez, excepto Bride quien me sonríe y james quien parece furioso; debo decir que este tipo de atención me pone tensa, Aydan lo nota al instante.

-Tienes que aprender a ignorar- me susurra provocando que me derrita por dentro, mi sangre se vuelva espesa y mis partes bajas estén necesitadas…solo puedo asentir.

Salimos al parqueo y nos dirigimos al auto de Aydan que no es más que un Audi R8 negro, y es hermoso, las luces rojas y amarillas del parqueo se reflejan en su limpia superficie y cuando entramos se me corta la respiración: el jodido auto huele a él, masculino, poderoso y muy sensual ¡Rayos!. Cuando él lo enciende los nervios revuelven mi estomago alimentados por la duda ya que no tengo ni la mas mínima idea de sus propósitos.

Nos integramos rápidamente al tráfico y ¡demonios! Hasta conducir le queda bien, es como si el simple hecho de sujetar una cosa redonda y manejar palancas para que una cosa se mueva sea algo de los dioses, y solo porque él lo hace. Cuando el semáforo de la Times Square se pone rojo Aydan maldice en alto provocando que me sobresalte ante el golpe de realidad de que el no es más que un tipo normal que quiere llegar a su casa después del trabajo; y eso es tierno, natural, etéreo. Y me hace querer besarlo, aunque siempre quiero besarlo.

-Disculpa, es que odio el tráfico de esta ciudad-

-No importa, pero solo por curiosidad ¿Qué pasara en tu casa?-

Su mirada cae en mí, aplastándome.

-Cuando lleguemos lo sabrás-

-Estoy nerviosa- murmuro y muerdo mi lengua al darme cuenta ¿Por qué dije eso?, Aydan no parece escucharlo hasta que una esquina de su boca se levanta, arrogantemente.

-Siempre lo estas cuando estoy cerca de ti- dice y acelera para entrar a la 58st.

-Pensaba que no se me notaba-

-En teoría no, pero cuando estoy cerca no dejas tus dedos quietos y eso es nerviosismo-

-Es muy observador sr.Gautier-