Capitulo 34.

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Cap. 34.

De regreso a Nueva York, la nieve cae tranquila y silenciosa en la calle, mientras Bride y yo la vemos a través de la ventana de mi salón.

-de verdad, Susi. Aunque me lo digas 100 veces aun no creo que Gautier haya hecho algo así- comenta mi amiga mientras se lleva a la boca una cucharada de tarta de chocolate, la que un rato antes preparamos juntas.

-te lo digo enserio Bride, el hablo de una sorpresa pera jamás ¡Jamás! En la vida me imagine que me pediría matrimonio-

-ya puedo hacerme la idea de cómo te sentiste-

Yo le sonrío entusiasmada, y con eso ella lo entiende todo. Recojo un trozo de tarta con la cuchara y lo hago ascender hasta mi boca. Está delicioso.

-háblame de su familia- me pide y yo resoplo abrumada ante los recuerdos recientes.

O sea, jamás espere que me trataran tan bien, es decir, pensaba que iba a ser diferente a la tanta efusividad y familiaridad y acogida que recibí de ellos, tomando en cuenta que son personas de la alta sociedad y yo...bueno yo soy yo ¿no?

-su familia es genial. Todos son rubios y guapos iguales a Aydan...tanto que da la impresión que son una familia de...ángeles-

-¿no estás exagerando un poco?-

-todos rubios, altos y guapos Bride- rectifico y ella forma una o con su boca mientras asiente.

-bueno parce que todo está marchando tal y como soñaste ¿no?-

-si- asiento risueña en mi propia burbuja y Bride me abraza, un abrazo con mucho significado.

Terminamos con los pedazos de tarta, tomo los platitos vacios y los llevo a la cocina para lavarlos y llevarlos de vuelta al armario donde guardo la cristalería que uso en ocasiones especiales. Comer tarta con mí mejor amiga, es una ocasión especial.

-¿y cuándo es la boda?- la voz de Bride me sobresalta, ahogo un grito y la miro asustada ¿Cuándo llego a mi lado? A veces ella me asusta...

-en abril- respondo ofuscada

-¿no hay día fijo?-

-nop, aun no- niego con la cabeza y ella me mira expectante. Yo la conozco demasiado bien, y sé que me quiere preguntar algo, pero no se atreve y tan bien conozco a Bride que hasta se perfectamente lo que me quiere preguntar. Así que le facilito las cosas.

-sí, Bride, serás la madrina-

Horas después de que Bride se fuera, visualizo la nieve caer en las calles bajo la silenciosa amenaza de inundarlo todo con su blancura.

Después de que fui con Miranda al veterinario para la cita programada de su perrita, que anteriormente habíamos acordado; Francis volvió conmigo ya que, según Miranda, la situación de la pareja se ha vuelto hostil después del embarazo. Así que sobre mis piernas yace su cuerpo pesado de pelaje negro, tranquilo, mientras acaricio sus orejas. La compañía de Francis hace que olvide que vivo sola y sé que en unos meses, cuando Aydan y yo seamos marido y mujer moveré cielo, tierra y mar para tener a este perro con nosotros. Aunque mi futuro esposo haya expresado en cierta ocasión que odia a los animales.

Sin embargo, el es cariñoso con Francis, pero claro, tal vez sea solo para agradarme a mi ¿no?

Alguien toca la puerta, me pongo de pie, provocando que Francis se levante un tanto alarmado, toco su cabeza como signo de que no pasa nada y el, muy dócil, se deja caer en el suelo donde yo estaba sentada.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora