One and Only.

Capitulo 32.

Cap. 32

(Aydan)

Jamás pensé poder llegar a esto, pero aquí estoy: arrodillado frente a la mujer que amo, acabando de hacerle esa pregunta que nunca ¡Nunca en la vida! Imagine hacer y esperando su respuesta.

Ella me mira con los ojos muy abiertos, con sus hermosos ojos azules grandes y clavados en mí. Y no se mueve.

Sunshine se podría confundir fácilmente con una estatua y toda la multitud, de seguro, esta tan nerviosa como yo, a la espera de su respuesta. Los segundos pasan, para mí son como horas.

Sunshine se mueve, mi corazón se dispara, pero a solo, con sus manos se tapa la cara...creo que va a llorar...no quiero que llore... ¡Solo quiero que me diga que sí!... ¡Solo eso! Las personas parece que se esfumaron, no siento a nadie a mi alrededor. Solo somos mi Brillo de Sol y yo.

Ella suspira. Mi estomago da un vuelco. Ella mira a su alrededor, con su tez pálida. Estoy a punto de insistir cuando ella me mira y me sonríe.

¿Por qué me sonríe? ¿Qué significa esto? ¿Me quiere decir algo? ¿Me rechazará con sutileza? Son solo varias de las preguntas que colisionan en mi agitada cabeza en este momento.

Ahora ella cruza sus brazos sobre su pecho y me mira con una de sus cejas arqueadas, junto con la sonrisa de antes. Creo que me está tomando el pelo.

Respiro profundo y cuando voy a abrir la boca para decir algo. Sunshine mira al público...y habla.

-Tal vez se golpeo la cabeza cuando pequeño- dice sonriente, las personas se miran confusas, algunos se ríen, otros se miran decepcionados.

Y es entonces cuando un recuerdo aparece en mi cabeza: eso fue exactamente lo que le dije cuando ella me pidió matrimonio aquel día...y mi repuesta fue 'No'.

...Mierda...

Todos los nervios que antes tenía ahora se convierten en un inmenso deseo de que la tierra, el aire, el cielo o lo que sea, de repente, me trague y jamás de devuelva al mundo real. Me siento, junto ahora, muy, muy mal, muy decepcionado; como si fuera solo una porquería. Y solo opto por decir:

-Sunshine yo... de verdad... lo... lo siento mucho, sé que no estás...no estabas esperando esto... yo...yo se que también es muy rápido... perdón por hacerte pasar tan mal momento, esto es incomodo ¿sabes? y...-

-Aydan- me interrumpe y apelando a lo poco que me queda de orgullo, la miro. La muy descarada aun sigue sonriendo... ¿Qué es esto? Por favor...

-mi respuesta es sí, para mí sería un gran honor casarme contigo-

-¡Oh por Dios! ¡¿Lo dices enserio?!-

-sí, enserio-

-¡ella ha dicho que si, personas!- lo grito con todo el jodido aire de mis pulmones y la multitud se vuelve loca ¡muy loca!

Sin poder creer que nada de esto es real, me levanto, y como puedo, coloco el anillo en su dedo. ¡Le queda precioso! Las personas aplauden, lloran, se abrazan, y ella esta como en otro planeta que no es este, tal vez tampoco se lo cree...

-¿estás siendo feliz, cariño?- le pregunto, sosteniendo su mentón con mis dedos y ella sonríe grande.

-como no te imaginas- me susurra -¿y tú, eres feliz?-

-como si nadara en chocolate- Le respondo y ella me deleita con su risa.

-ok, Gautier- dice.

Ahora la multitud, simultáneamente aplaudiendo crea un coro '¡beso, beso, beso!' y Sunshine se sonroja y baja la cabeza, aparentemente avergonzada. El coro sigue haciendo eco en el estadio: '¡beso, beso, beso!'... ¡claro que la voy a besar!

Así que, acorto la distancia que hay entre nosotros y tomándola por sorpresa, pongo mis manos en su cintura y acerco su hermoso y delicado cuerpo al mío. Ella rodea mi cuello con sus brazos y sus dedos se pierden en mi cabello llevo mi boca hacia la suya, que está ligeramente abierta, como invitándome, y finalmente uno sus labios con los míos. Es la jodida gloria besar a esta mujer, desde la primera vez que lo hice, lo fue. La gente aplaude y grita pero sus sonidos los escucho lejanos, todo se difumina en el aire ahora. Sunshine me acerca más a ella mientras me besa con delicadeza pero a la vez con deseo y necesidad; y justo cuando creo que voy a perder todo el aire de mi cuerpo, nos separamos y ella me regala una de sus bellas sonrisas.

-¿entonces, cuando nos casamos?- me pregunta, acariciando mi cabello.

-ahora mismo, si quieres- le respondo con una sonrisa y ella hace un mohín mientras lo considera.

-mejor en abril-

-abril, me parece bien, mi amor-