One and Only.

Capitulo 5

 Cap.5.

Me miro con miedo, inseguridad. Jamás me imagine al Sr. Gautier como un hombre vulnerable. Eso, en cierta forma es un paso adelante, ya que me mostro un lado de si mismo que estoy segura es un lado restringido de su personalidad, algo que ignora o quizás esconde. Tal vez lo arrastre a mostrarlo. Eso me preocupa. Tal vez lo puse en una situación difícil al proponer algo tan drástico como el matrimonio; que no es nada menos que unir dos vidas de modo que sean una sola. Tal vez cometí un error, tal vez estoy siendo demasiado egoísta, pero Dios sabe que solo quiero amarlo.

Con la hoja que me dio en mano me dirijo a mi oficina, sintiéndome en una especie de marea revuelta: muchas cosas han pasado hoy. Cuando entro a mi lugar de trabajo veo en el escritorio una inmensa pila de papeles y documentos dándome una cálida bienvenida…junto al Sr. Hederman Jr. de brazos cruzados detrás de mi escritorio y con una mirada detrás de esos lentes que ya me parece ridícula.

Celos.

Le sonrío de la manera más profesional que puedo, para dejarle en claro-una vez más-nuestra realidad.

-Llegaste exageradamente tarde, Sunshine. ¿Por qué?-

-Mi alarma no sonó, bueno, no la escuché-

-Que no vuelva a pasar. Aunque de seguro cuando te cases, te iras de HI, ¿no?-

-¿Por qué piensa que me iré?-

-Porque Gautier trabaja aquí y puede mantenerlos a ustedes y a sus hijos perfectamente-

-Soy una mujer a la que le gusta valerse por sí misma. No veo la razón de que yo no trabaje solo porque mi, para ese entonces, esposo es capaz de darme una vida cómoda-

-Tampoco veo la razón de que te cases con el.- suelta de repente, con sus ojos iluminados de furia disimulada bajo una calma siniestra.

-Porque lo amo, porque tiene todo para hacerme feliz, porque me enamore de él desde que lo vi, porque he luchado por eso, porque si, y punto.-

-¿Lo amas? ¿Amor? No vi ese amor del que hablas cuando le propusiste matrimonio y el hijo de puta te rechazo- carraspea –debe haber algo mas-

-Y a ti que te importa- mascullo y el rodea el escritorio para llegar hasta mí, me alejo de sus  pasos hasta chocar con un estante, trato de empujarlo pero el sujeta mis muñecas y fija su mirada en mi.

-Yo si te amo, Sunshine. Pero tú nunca vas a entender eso. Eres la única en la que pienso día y noche pero tú eres una masoquista. Aydan no te quiere y eso creo que ya lo sabes-

Trago hondo, si eso ya lo sé. ¡Demonios!, hasta trato de ignorar ese minúsculo detalle y fingir que vivo en mi propio mundo perfecto: con el. Mis ojos pican al llenarse de lagrimas y lucho por no liberarlas mientras mi garganta se anuda impidiéndome pronunciar palabra alguna, James suelta mi muñeca derecha y seca mis ojos con su dedo pulgar, mi otra mano la dirige hacia su pecho-frenéticamente latiendo- su mirada seria no esconde ninguna mentira, sino que deja a la luz la verdad de lo que siente. Siempre lo supe.

-Esto es tuyo- dice cubriendo mi mano en su pecho con su mano.-cuando tu desees- el señala el número tres en el teléfono –marca ese número o simplemente toma el ascensor hacia el piso veintisiete, estaré a tu orden. Pero no esperes verme el día en que te cases con ese maldito-

James sale de mi oficina sin una palabra más, dejándome al borde del llanto nada más porque se, demasiado bien, lo que se siente: saber que alguien es imposible y aun así estar dispuesto a todo por esa persona, aun cuando para ella no existes.