Capitulo 16.

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Cap.16

El camino de vuelta a casa estuvo lleno de un silencio incomodo, de hecho, pude ver, de soslayo, como Aydan abría la boca y luego la cerraba de golpe, como queriendo decir algo y no atreviéndose. Me había pedido perdón por lo que paso en su habitación cuando aun estábamos en su casa, así que ahora quería decir algo diferente, pero ¿Qué? ¿Por qué lo habría intentado más de una vez y no lo lograba?

Ahora el estaciona su sepxi auto frente al edificio donde vivo, yo respiro profundo, agradecida de que este tenso viaje al fin haya terminado. Pero él se voltea a mirarme con unos ojos decididos que perturban mi reciente tranquilidad; y me turban y encima de todo, los rayos dorados del sol al final de la tarde se escapan por la ventana, adornando su rostro y su pelo con su luz y lo hacen ver como un dios griego o algo así...mierda santa ¿Por qué tiene que ser tan condenadamente guapo?

-¿me invitas a pasar?- pregunta el, aun mirándome con esos ojos tan profundos, pero ¿Por qué quiere pasar el a mi casa?

-¿Por qué quieres pasar?- pregunto confundida y veo como el baja su mirada a su regazo y se muerde el labio, pareciendo arrepentido de preguntar. Demonios, yo fui la que no debí soltar todo lo que me llega a la cabeza.-oh, lo siento- abro la puerta -ven, vamos- lo invito.

Ahora el me mira entusiasta y me sonríe.

.......

Sunshine me guía hasta su apartamento, si preguntan ¿por qué quiero estar aquí? Pues porque quiero alargar mi tiempo con ella. Simple. Francis esta a su lado, mirándola buscar las llaves en su bolso, al no encontrarlas, resopla frustrada y busca en sus bolsillos.

-estúpida llave- murmura enfadada, entonces muerdo mi labio para no reírme; aunque estoy a punto de explotar. Ella se gira hacia mí y me mira con curiosidad arqueando una de sus cejas sobre sus ojos perfectamente azules.

-¿has visto mis llaves, Aydan?- pregunta ella, con la misma curiosidad con que me mira, finjo ponerme serio.

-no, no las he visto- digo sacudiendo mi cabeza para enfatizar mi punto, ella sonríe confiada y se acerca a mi tendiendo su palma.

-dame las llaves, bebe-

-te dije que no las tengo- digo, muy seguro de eso, pero esa seguridad se acaba cuando ella posa sus manos en mi pecho, acelerando mi corazón.

-mmm...entonces tendré que buscarlas de nuevo- susurra ella, ahora deslizando sus manos por mi torso sin dejar de mirar mis ojos.

Mis ojos bajan hacia sus labios; y los se secan...Oh demonios, quiero acorralarla en esa pared blanca y besarla, hasta que no nos quede ni una gota de aire para respirar, pero ella se aleja de mi sonriente y ladea la cabeza.

-se que las tienes y las voy a encontrar. Si tengo que desnudarte lo haré-

-¿también te desnudaras tú?- sonrío - yo encantado de que lo hagas-ella se ríe y me empuja suavemente contra la pared ¿estamos coqueteando? ¿En un pasillo? Ella vuelve hacia mí con serias intenciones obligándome a correr pasillo abajo para librarme de ella.

-te voy a encontrar- la oigo canturrear pero entre risas sigo corriendo como si se tratara de que el diablo mismo me estuviera persiguiendo, miro hacia atrás, la veo acercarse con cara maliciosa, entonces acelero el paso pero mi cuerpo choca contra algo grande, plano y duro, muy duro; caigo al suelo con mi corazón a mil por hora y lo único que escucho además de los frenéticos latidos de mi corazón, es su risa incontrolable.

-¡waoo!- grita ella entre risas -solo a ti se te ocurre echarte a correr por un edificio que no conoces y quedaste ¡bam! ¡Estampado contra la pared!-

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora