Nuestra Luna

Adam Dimarco

Flashback
Narra T/N

Quimioterapia, radiación, cirugía, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida, terapia hormonal, transplante de células madre y medicina de precisión, ninguna de ellas funcionó, todas y cada una de ellas más, dolorosa y costosa que la anterior, la quimioterapia usa fármacos para destruir las células cancerosas pero  no solo destruye las células cancerosas que crecen con rapidez, sino también destruye o hace lento el crecimiento de células sanas que crecen y se dividen con rapidez y el daño a las células sanas puede causar efectos secundarios, como llagas en la boca, náuseas y caída del pelo, el menor de mis problemas, la radioterapia es un tratamiento del cáncer que usa altas dosis de radiación para destruir células cancerosas y reducir tumores y sus efectos secundarios son la caída del pelo, cambios en la piel, cansancio, vómitos y náuseas, dolor de cabeza, visón borrosa, hinchamiento, sensibilidad y falta de respiración, los trasplantes de células madre son procedimientos que restauran las células madre que forman la sangre en personas cuyas células madre fueron destruidas por dosis muy elevadas de quimioterapia o de radioterapia, los efectos secundarios de esta es que hay riesgo de hemorragia e infecciones. Aún recuerdo varias cosas con mucho detalle, como el día en el que salimos de Forks, mis padres pidiendo a mis abuelos que vendan la casa y todos los muebles que esta poseía, recuerdo estar en el auto sentada en los asientos de atrás viendo como mamá y papá suben solos las maletas al auto, recuerdo escuchar a mis padres suspirar mientras cierran la cajuela y el decir de mi papá:
- Vamos a estar bien, todo estará bien. Mientras se acercaba a mi madre para abrazarla. Recuerdo llegar a esa habitación de hotel en la que nos hospedamos, tenía un olor a humedad mezclado con el olor que salía del baño, recuerdo que la cama era dura y fría, mi madre dormía a mi lado mientras que papá dormía en el sillón que se encontraba en la habitación, era un sillón en el que podías sentir los resortes una vez te sentabas ahí, recuerdo que mi papá comenzó a trabajar en el taller mecánico y mamá comenzó a trabajar en el hotel haciendo la limpieza de las habitaciones, no ganaban mucho pero era suficiente para los tres.
El primer día que estuve en oncología fue muy estresante, era un lugar nuevo y lleno de personas que nunca en mi vida había visto, almenos en Forks conocia a las enfermeras y a algunos niños que estaban ahí que eran con quien hablaba, en este nuevo lugar no conocía a nadie además que toda la zona de oncología estaba llena de colores brillantes por todos lados, en las paredes, muebles y uniformes de las enfermeras y doctores que trabajaban ahí, era tan deprimente para mi pues sentía que evocaba a la muerte, pero ahí fue en donde lo conocí. Me senté en un sillón de color morado en el que me administrarían la quimio, lo único que amaba de este lugar es que la sala estaba separada por cortinas ya que no suelo hablar con nadie así que me recosté en el sillón individual, me puse la cobija que traía conmigo, saqué de mi mochila un libro para leer, saqué mis audífonos y mi reproductor de música, en la mochila además traía un suéter, galletas, agua, papas y otros productos de higiene personal por que mujer.
- No puedo morir aún doctor, todavía no, tengo cosas que hacer, después de todo tendré una vida en la que morir. Dije mientras dejaba mi libro en la mesa de aún lado.
- Nuevo libro?. Pregunto el doctor Cullen quien recién llegaba a revisar me.
- El juego del Ángel, Carlos Ruiz.
- Interesante. Dijo mientras veía a la máquina de la quimio.
- Usted cree?, esto de que la esperanza nos mantiene vivos en los momentos más delicados.. eees un tanto...
- Estupido viendo nuestra situación. Dijo un chico de aspecto sencillo y agradable a primera vista.
- Adam ya conociste a tu nueva vecina?.
- Hola soy Adam Dimarco. Dijo mientras me extendía su mano.
- T/N Elms. La tome mientras el las agitaba.
- Adam ya lleva aquí bastante tiempo.
- Desde los 7. Dijo orgulloso de si mismo.
- Yo apenas soy nueva, no lo imagino. Dije mientras me acomodaba en el sillón.
- Es único,  pero una vez esté bien podré "salir y conocer el mundo". Dijo mientras guiña con su ojo.
- Bien te vendré a visitar en un rato más si T/N. Dijo mientras se levantaba y yo le asentía con la cabeza. - No la molestes Adam.
- No prometo nada, es linda. Dijo mientras me veía con una sonrisa en el rostro.
- Disculpa. Le dije mientras lo volteaba a ver sorprendida.
- Me gusta que lo ignores aunque sea verdad.
- Has pasado mucho tiempo con las enfermeras no es así.
- Claro que si. Dijo mientras cerraba la cortina que nos dividía, una vez estaba sola no pude evitar sonreír ante el chico.