Capítulo 2

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Capítulo 2

Marzo 2015

El sonido del llanto de un bebe me sobresalta interrumpiendo mi preciada siesta que solo duro treinta minutos. Con toda la pereza que me caracteriza, estiro mi cuerpo antes de levantarme del sillón donde se suponía, recuperaría algunas de las horas de sueño que perdí en las últimas tres noches.

Entro en la habitación y me encuentro con dos ojos grises, idénticos a los míos, lagrimeando y unos pequeños bracitos que se estiran en mi dirección pidiendo que los carguen. Me acerco a la cama y hago caso a sus deseos cargando regordete cuerpito de bebe que tengo en frente

—¿Si sabes que es de mala educación interrumpir el sueño de alguien que recién vuelve de su gira mundial?

—¿Ah? —grita y su ceño se frunce

—Muy bien, te daré de comer pero no me des ordenes jovencita.

Su boca se ensancha en una sonrisa que deja a la vista sus pequeños dientes y con los cuales derrite a todo el mundo que la vea.

Me encamino a la cocina de mi casa con la bebe en brazos sobre mi cintura que no para de hacer sonidos extraños, creo que intenta cantar pero no estaría cumpliendo con su objetivo. A sus tres años aún le cuesta pronunciar bien las palabras, aunque a veces creo que lo hace solo porque le da pereza o porque quiere fastidiar la paciencia de las personas, otra cosa que heredo de mí el pequeño engendro que se hace llamar Blake.

Le doy de comer mientras ella intenta ponerme al tanto de lo que hizo durante los días en los que no estuve, apenas entiendo la mitad de lo que intenta decir pero supongo que estoy disimulando muy bien porque en ningún momento interrumpe su relato.

Es bastante impresionante ver lo mucho que se parece a mí y a mi familia, sus ojos grises con pizcas de azul, su cabello cobrizo y ondulado idéntico al de mi hermano, las pecas le decoran la nariz y parte de sus mejillas y sus labios son regordetes y rosados como los míos.

Ambas nos sobresaltamos cuando mi teléfono suena, anunciando una videollamada de mi hermano

—¿Qué pasa? —Saludo cuando contesto

—Wow, pero que amable se levantó mi Pupi —ríe y yo gruño por el apodo

—¿Cuándo entenderás que ese apodo es casi tan ridículo como esa camisa floreada que llevas puesta?

—Nunca y mi camisa no es ridícula, es acorde al lugar donde estoy vacacionando.

—Que estés en Brasil no significa que debas ponerte camisas rosas con flores de todos los colores existentes, principalmente porque está trabajando y no vacacionando señor neurólogo —enarco una ceja y sonrío—. Además, espantaras a las mujeres, ninguna querrá follarte con ese atuendo.

—Oye, no digas esas palabras en frente de la niña —Me regaña—. Ahora, pásame con mi niñita

Acomodo a Blake sobre mis piernas y se vuelve un alboroto cuando ve a mi hermano

—Hola mi niña hermosa ¿extrañas a papi?

—Si papi, musho —Grita mi sobrina.

Los siguientes 10 minutos se basan en escuchar a Blake, por segunda vez, dando su explicación sobre su semana la cual, nuevamente, entiendo la mitad pero no es el caso de mi hermano que él si comprende todo lo que su hija le cuenta, habilidades de padre supongo. Cuando la niña se duerme en mis brazos finalizo la llamada avisándole que por la tarde se quedara con mi madre ya que tengo cosas que hacer en el estudio.

***

Bajo del auto en la casa de mi madre y como puedo, con tres bolsos y una niña dormida en mis brazos, abro la puerta adentrándome en la casa que esta extrañamente silenciosa.

La Melodía Mas Bonita (Terminada EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora