In the new world. [Rick Grimes Y Tu]

Capítulo 44.

—Buenos días...

—Maldición.

Desperté de golpe y me levanté pasando por encima de Rick, me vestí rápidamente.

—¿Qué sucede?

—Debo ir a recolectar— le di un beso a Rick en la mejilla.— Te veo luego.

—Te veo luego.

Corrí hacía dónde estaban los demás, Tara sonrió y me acerqué a ella y Noah.

—¿Llegué muy tarde?

—No, justo a tiempo. Oí que anoche hablaste con Holly ¿que te dijo?

—¿Por qué preguntas?

—Por nada...— Noah alzó una ceja y se dio la vuelta sin creerle.— Es sólo una pregunta, no me hagas golpearte.

—Se hace tarde, hay que irnos.

Todos subimos, Tara me miró y luego a Noah.

—Bien, ya dinos, ¿que hay de ella?

Aiden puso la música alta, Noah hizo una seña.

—Genial, hay que bailar.

Me reí, Glenn comentó que la música alejaría a los caminantes. Llegamos a un lugar, el exterior estaba casi vacío.

—¿Es aquel?

—Ese es el almacén. Esa es la puerta más fácil para entrar y salir.

—Deberíamos ubicar todas las salidas, por si algo sale mal.

—Ya tenemos una. No hay que dar tantas vueltas.

Cargué mi arma y rápidamente le disparé en el cráneo al caminante que se acercaba.

—Buen tiro— dijo Aiden—. Glenn tiene razón, debemos revisar el perímetro, y ubicar las salidas.

Todos asentimos y nos separamos en grupo o parejas, yo iba con Glenn y Noah.

—Ese fue realmente un muy buen tiro.

—Tantos años de práctica se notan.

—La semana pasada casi practique con Aiden— dijo Noah.

Los tres reímos. Me adelante a los chicos al escuchar gruñidos.

—Bueno, no saldremos por al frente.

—Definitivamente no. Volvamos con el resto.

Entramos por la puerta trasera, Glenn dio un golpe fuerte para atraer a los caminantes, pero nada salió.

—Es un lugar grande, podrían haber algunos adentró.

—Supongamos que si, entremos seamos cuidadosos.

—De acuerdo.

—Están atorados detrás de algo— dijo Aiden.

—¿Cómo lo sabes?

—No lo sé. Pero no están aquí.

—Sigamos, estén alertas.

Pasamos por un pasillo, alumbre y vimos a varios caminantes detrás de una pared de alambre.

—Despejado.

—Son buenos en esto.

—Estuvimos mucho tiempo afuera, Podrían haber más.— Tara alumbró a Eugene con su linterna.— Tu turno.

Fuimos en busca de lo necesario, pero habían demasiadas cajas cerradas.

—Este de aquí.— Tara abrió la caja y sacó algo.— Sí.