In the new world. [Rick Grimes Y Tu]

Capítulo 24.

Fuimos a decirle lo mismo a Daryl.

—Es la única forma, nadie más lo sabe.

—¿Vas a contárselo?

—No hasta después, tenemos que hacerlo hoy y sin llamar la atención.

—¿Hay un plan?

—Decirle que queremos hablar, lejos de los otros.

—Esto no me gusta— dijo Daryl.

—Ni a mi.

—¿A alguien si?— dije.

—Haciéndolo evitaremos la lucha, no morirá nadie.

—Morirá Michonne— dije sin dudas.

—Está bien— dijo Daryl luego de unos minutos—. Necesitaremos a Merle.

—Se lo diré yo— dije.

—No, lo haré yo.

—Iré contigo.

—Iré solo.

Rick me dió un beso y se fue, miré a Daryl, esto no le gustaba para nada.

—¿Estamos haciendo lo correcto?

—No lo sé— respondí.

—¿Quieres ser parte de esto?

—No. Pero, ¿tengo opciones?

—No.

Luego de un rato caminamos, nos cambiamos de pabellón por idea de Michonne, Daryl y yo buscamos a Merle.

—Hola hermanitos.

—¿Qué haces aquí?

—Pues solo buscaba algo de mercancía. Si ya lo sé, la droga me jodera el cerebro ahora que todo va tan bien, verdad?

—¿Has hablado con Rick?

—Si, me apunto pero...él no tiene cojones para eso, se bajará, ¿lo saben, verdad?

—Ya, quizás lo haga.

—¿Y ustedes que harán?

—Haremos lo que él decida.

—Vaya, ¿es que no tienes pelos en los huevos, hermanito? ¿que les ha pasado, chicos?

—¿Qué nos ha pasado?, ¿y a ti con Glenn y Maggie?

—He hecho cosas peores, tienen que madurar, ahora todo es distinto. Sus amigos me miran como un diablo por llevarme a esos tortolitos así, y ahora ustedes harán lo mismo con esa chica.

—Ya no se puede hacer nada sin amigo, hermano.

—Tal vez sus amigos necesiten a alguien como yo, no? Que actúe de verdad, un tío malo, puede que ahora le falte a él ¿qué me dicen?

—Solo quiero recuperar a mi hermano.

Daryl salio y yo le seguí, ví a Rick a lo lejos, estaba en cuclillas cortando alambre, ví su expresión, él no quería hacerlo. Me acerqué a él y lo abracé por la espalda, se dejó caer hacia atrás.

—No está aquí.

—¿Quién?— pregunté.

—No es real.

Cerré los ojos al entender la situación, tomé una bocanada de aire y acaricié su cabello.

—¿Dónde esta?— él señaló un lugar—. Efectivamente, no hay nadie allí.

Nos quedamos así por un largo rato, Rick estaba con los ojos cerrados disfrutando de las caricias proporcionadas.

—No quiero que pares pero debemos seguir.