In the new world. [Rick Grimes Y Tu]

Capitulo 2.

Rick y Glenn se encontraban discutiendo el plan, me dio tiempo para observar al Sheriff de mejor manera, un hombre bien entrenado, brazos fuertes, facciones definidas, ojos azules incluso grises, piel blanca y bronceada, labios finos, alto...se giró y me sonrió levemente, le sostuve la mirada y le respondí con el mismo gesto.

—Bien, ¿todos entienden el plan?

Todos asintieron, menos yo.

—¿Dixon, quedó claro?

—Si— respondí seca—, claro como el agua.

—A ver, recuerdanos el plan, por favor.

—Si...bueno, tú y Glenn se bañarán en sangre de muerto y distraen a los monstruos mientras nosotros nos quedamos esperando a que lleguen con el camión y nos podamos ir.

—Si, eso mismo.

—¿Me das las llaves de las esposas?

—Las tiene T-Dog.

—De acuerdo— miré al hombre—. Más te vale cuidarlas.

—___, me ayudarás a matar a esas cosas.

—Caminantes— todos me miraron con el entrecejo fruncido—. Decidí llamarlos así.

Rick me hizo un movimiento con la cabeza y yo lo seguí, con mi arco en alto disparé a los primeros dos que ví.

—Con esos bastarán, gracias.

—Ten cuidado, Sheriff.

Este me miró y soltó un suspiro.

—Si salimos de esta...¿me ayudas a buscar a mi familia? Mi esposa y mi hijo...

—Siempre y cuándo no tenga que dejar la mía.

—Si, entiendo, es sólo que, me agradas Dixon.

—Y tú a mi, Grimes.

Llegaron el resto y Rick se puso una sábana blanca, Glenn siguió la misma acción. Corté el cadáver con mi navaja, solté una arcada en el proceso y Glenn alejó su rostro un poco.

—Que puto asco. ¿Listos?

Los chicos asintieron tomé un poco de sangre y sesos y los coloqué sobre Glenn mientras el resto del grupo me ayudaba, este me hizo una expresión de asco y yo me reí levemente, una vez terminé con el asiático ayudé con el Sheriff, este me agradeció con una sonrisa.

—Voy a vomitar.

—Glenn, piensa en otra cosa, perritos y gatitos.

—Perritos y gatitos muertos.

Glenn se dio la vuelta a vomitar, me giré con asco.

—Eres un genio, T-Dog. Eso fue malvado.

—Lo siento.

—Eres un idiota— le dije.

—¿Olemos como ellos?

—Oh, si. Mejor ya váyanse.

Los chicos me dieron una última mirada rápida y yo los despedí con una seña. Volví al edificio y miré a Andrea, me acerqué a la rubia y esta observaba un collar.

—Es un lindo colgante.

—Le encantaría a mi hermana, a Emy le encantan las cosas misteriosas.

—No creo que suceda nada si te lo llevas.

—No le digas al Sheriff.

—Mis labios están sellados.

Me fuí a recorrer el lugar, buscaba ropa de mi talla, me dejé llevar unos tenis verdes militar con plataforma y una blusa del mismo color junto a unos jeans negros, me cambie en los probadores y salí para estar con los demás, sentí el motor de un camión y T-Dog subió corriendo a buscar a mi hermano, Morales, Jackie y Andrea subieron al vehículo, esperé a T-Dog junto a Merle pero solo llego el afroamericano, me subí algo confundida.