In the new world. [Rick Grimes Y Tu]

Capítulo 39.

—De todos me voy a morir algún día— abrí la tapa y bebí un corto sorbo—. Maldición, hasta parece que las tenían en un refrigerador. ¡Gracias, amigo!

Apenas grité la lluvia comenzó a caer con fuerza, todos estaban felices, abrían la boca para que el agua entrará en ellas, miré mi botella y la vacíe, lo hice con todas las botellas para que se llenarán con el agua de la lluvia. Pronto nos dimos cuenta que venía una tormenta.

—Hay que moverse.

—Yo vi un granero— dijo Daryl.

—¿Dónde?

Daryl comenzó a correr en una dirección, tomamos las botellas de agua y corrimos tras él hasta llegar a un granero, estaba vacío, la noche llego y Daryl hizo una fogata, me acerqué a Carl quién dormía con Judith, me senté a su lado y acaricié su cabello.

—Él va a estar bien— me dijo Carol—, se sobrepone más rápido que todos.

—Sentía pena por los niños que debían crecer en esto, pero creo que era un error. Crecer es acostumbrarse al mundo, es más fácil para ellos.

—Este no es el mundo— dijo Michonne.

—Ya lo dije una vez, este es el mundo real, ya no puedes cambiarlo.

—Eso es rendirse.

—Es la realidad— dijo Glenn.

—Hasta haber otra cosa, este es el mundo que tenemos— dijo Rick—. Cuando era niño, le pregunté a mi abuelo si había matado a algún alemán en la guerra, no respondió, dijo que eran cosas de adultos, así que, le pregunté si los alemanes habían intentado matarlo, y le cambio la cara, dijo que murió en cuanto piso territorio enemigo, y después de muchos años fingiendo estar muerto, volvió a casa vivo, creo que ese es el truco, hacer lo que hay que hacer y luego seguir viviendo pero sin importar lo que haya en Washington yo sé que estaremos bien, porque así sobrevive este grupo, diciéndonos que somos los muertos vivientes.

—No lo somos.— dijo Daryl.

—No como ellos, así no.

—No lo somos.

Daryl se levantó, tomó su ballesta y se fue, pensé en seguirlo, hasta que me decidí por hacerlo, tomé mi revólver y fui tras él.

—___...

—Sólo iré a verlo.

Rick asintió, ví a Daryl en la entrada sujetando las puertas del granero, el sonido de los gruñidos llegó a mis oídos, corrí hasta allí y ayude a Daryl a sujetar las puertas, Maggie se nos unió enseguida, hasta que el grupo completo estuvo ahí, evitando el paso de la gran horda que se había acercado.

Llegó el momento en que los caminantes se dispersaron, pudimos soltar las puertas y dejarnos caer al suelo, respiré agitada, al pasar un par de horas la gran mayoría se había dormido, miré a Rick quién dormía plácidamente junto a sus hijos, miré al frente y pude ver a Daryl, él único aún despierto junto a mi.

—Ya duérmete.

—Me temo que esa no es una opción, tú eres quién debe dormir.

—No lo haré.

—Tampoco yo— el silencio se hizo presente pero mi mirada seguía conectada con la de Daryl—, ¿tienes algo que decir? Desde que murió Beth...

—___... no.

—Escúchame, te alejas, Daryl. Te vas más lejos de lo normal a un punto en el que si voy a buscarte no te encuentro. No das tu opinión, no dices lo que piensas y lo que dices no lo piensas. Me preocupo por ti, ahora duérmete.