30: EPÍLOGO

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CAPÍTULO 30: EPÍLOGO


— ¿Alguna vez te enamoraste? — me pregunta Lia.

—Sí, su nombre era Heaven.

—¿Cómo el cielo?

—Exacto. Ella era tan dulce... Pero lo había pasado tan mal. La destrozaron, al igual que a mí. Y después, juntos, pudimos ir reconstruyéndonos.

—Se te ve muy enamorado.

—Siempre la amaré. Pese a que para ella todo fue... No sé, un simple juego.

—¿Qué pasó después?

—Murió. En mis brazos.

Suspiré.

—¿La mataron?

Asentí

—¿Quién?

—El dolor, la culpabilidad... — me encogí de hombros.

Y era cierto. Desde el momento en el que me di cuenta de que nunca me quiso, desde ese instante, Heaven murió. Sólo quedó un cuerpo sin rumbo. Alguien que se hacía llamar Ada y que siempre había estado viva, solo que no se había revelado.

Siempre querré a Heaven, pese a que no esté. Una parte de mí piensa que en realidad no fue un juego, que sí me quiso, sus últimas palabras cobran sentido en mi cabeza millones de veces, pero ninguna aclara nada.

Ella se fue hace más de un año, y aún no puedo olvidarla, no puedo olvidar cómo sus ojos me miraron por última vez.

« Tú siempre has valido la pena »

No pude decirle nada, no pude despedirme cuando de pronto, dejó de respirar, no tuve tiempo de arreglar todo.

— ¿Y la has superado? — vuelve a preguntar.

— No creo que lo vaya a hacer, no pude despedirme, no pude decirle cuánto la amaba.

— Quizás ella no quería escucharlo.

La miro confundido, sus palabras en mi cabeza no tienen ningún sentido.

— Puede ser, aún pienso que solo fui un simple juego.

Desde la muerte de Heaven, he intentado rehacer mi vida. Otis y yo vinimos a estudiar a la universidad, con indentidades y aspectos algo diferentes. Ethan, se encargó de hacer que nuestra muerte pareciese creíble, era el único modo de que la policía nos dejase de buscar.

Aiden ya no existe, murió junto a Heaven hace un año y medio y se encuentra enterrado en Vancouver, según Ethan me dijo la última vez que lo vi.

Eso fue hace unos meses, después de ayudarnos a eliminar cualquier rastro que nos pudiese involucrar en el incendio de Coven, desapareció. No sé donde se encuentra, prefiero no saberlo.

Otis estudia a unos diez minutos, en otra universidad, mientras que Nea se dedica al modelaje, por su parte nadie la busca, nadie nunca tuvo constancia de su rostro ni identidad hasta que comenzó a salir en revistas, ella sigue siendo la misma y vive en California, de vez en cuando nos visita a Otis y a mí, aunque ya no es lo mismo.

He de admitir que vivir junto a un desorden humano en un apartamento en Los Ángeles es algo complicado, pero al menos Otis está curado del todo.

Por mi parte, siempre tengo pesadillas, sobre el monstruo que comencé siendo antes de que me ingresaran, un asesino, y a día de hoy lo sigo siendo, porque eso nunca cambiará, no puedo hacer que cambie, pero lo intento ocultar.

Lia es una gran amiga de la universidad, probablemente la única amiga de verdad, se interesa en mí y eso es extraño, ¿por qué tiene interés en mí? Creo que se está enamorando y por mi parte no puedo negarlo...

— Hace frío, será mejor que entremos.

Ambos nos ponemos de pie, observando u a última vez antes de entrar al interior de mi piso el cielo nocturno que se presenta ante nosotros, memorable.

Hoy es hora de decirte adiós, Heaven.

ADA [ COMPLETA ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora