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CAPÍTULO 4: REALIDAD DISTORSIONADA

Yo tenía el control.

Yo era fuerte, los demás eran débiles.

Yo era la bestia y ellos mis ratones.

Yo estaba siendo yo.

— Heaven, tu hermana falleció hace casi cuatro meses.

— No, cuando éramos pequeñas nos prometimos estar juntas para siempre. Ella no pudo morir.

La mujer suspiró como si supiera exactamente lo que me pasaba. De hecho, lo sabía.

—Algo que pasa comúnmente es que no aceptamos la realidad. Eso te está pasando.

— Ella me habla todos los días, cuando me voy a dormir la veo sentada en la silla.

— ¿Qué te dice?

— Que si lo cuento, acabaré mal.

Tan pronto como lo dije me di cuenta de mi error. Entré en pánico, había desvelado su secreto.

—Heaven tranquilízate por favor – me puso sus manos en mis hombros.

—Pero…lo he contado.

— No te va a pasar nada malo aquí, tienes mi palabra.

Después de unos minutos, retomamos la charla. Olivia se sentó de nuevo en la silla y apuntó cada detalle de lo que iba pasando.

—Entonces le dices a todos que tu hermana está muerta para no delatarla, ¿cierto?

Asentí.

—¿Y cómo entra a tu habitación? Aquí hay mucha seguridad.

—Por la ventana, cuando todos duermen.

Ella reflexionó unos minutos. Le había contado sobre nuestras charlas recordando momentos y que ella me ayudaba mucho. Le pregunté a Megan dónde se alojaba, ella estaba en una casita de madera que construímos hace un par de años. Siempre comíamos Doritos y Coca-Cola así que siempre que venía ella traía esa comida, yo me negaba a comerla para que no sospecharan.

Olivia Charles

Psiquiatría.

Eso fue lo que estudié cuando iba a la universidad.

Siempre he sentido que para realizar este trabajo tienes que tener mucha fuerza mental. Yo siempre la tuve, de hecho, nunca sentí ni si quiera lastima por ningún paciente. Pero con Heaven fue diferente. Porque yo supe lo que había pasado con su hermana, con su familia, incluso sabía sobre su infancia. Pero claro, no todo es lo que parece.

Cuando la vi, que había ingresado en este psiquiátrico, no me lo pude creer. Cuando leí el motivo, la ira se apoderó de mí.

Estrés post-traumático por la reciente muerte de su hermana, Megan.
Así que ahora una adolescente con un apoyo familiar impecable, una vida social perfecta y básicamente toda su vida resuelta, se había suicidado. Por, según la policía, motivos desconocidos. Lo peor es que su muerte era la más extraña que había visto en toda mi vida. Pero de eso hablaremos más tarde, todavía queda mucho tiempo.

El caso es que Heaven, mi querida Heaven, afirmaba que su hermana estaba viva. Nunca pensé que esto pasaría en tan poco tiempo. Preferí creerme la opción más esperanzadora: que ella se recuperaría de algo trágico y listo, se iría a casa y todos contentos. Es así como funciona, ¿no?
Pues con ella todo fue diferente.

La esquizofrenia avanzó demasiado rápido. O al menos pensé que era lo que le sucedía, porque claramente su hermana había muerto.

—George — le pregunté a mi compañero, él era el hombre que Heaven vio.

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