Maria, saca el paraguas,
el sol brilla esta mañana,
pero si cae la ceniza,
tal vez te llene de canas.Maria, rema con fuerza,
vienen olas encarnadas,
y no se puede saber si son sangre o rojas aguas.2/2
Los árboles se cierran a nuestro alrededor, las hojas y los arbustos me aprietan por todas partes, me acarician la cara, las espinillas y los hombros como miles de manos oscuras.
Comienza una extraña cacofonía de seres que aletean, criaturas que ululan y animales que huyen entre la maleza. El aire huele tan intensamente a flores y a vida que parece tener textura, como si fuera una cortina que se pudiera apartar. Oscuridad total. No puedo ni siquiera ver a Taehyung delante de mí, solo siento su mano que tira de la mía.
Creo que ahora estoy aún más asustado que cuando estábamos cruzando, y le aprieto la mano a Taehyung con la esperanza de que me entienda y se pare.
—Un poco más —su voz llega desde la penumbra que se extiende delante de mí.
Sigue tirando de mi mano para que continúe. Caminamos despacio. Oigo el crujido de palos que se rompen bajo nuestros pies y el rumor de las ramas que se apartan a nuestro paso, y sé que está tratando de abrir un sendero. Parece que avanzamos centímetro a centímetro, pero es asombroso lo rápido que hemos perdido de vista la frontera y todo lo que está al otro lado, como si nunca hubiera existido. A mi espalda solo queda oscuridad. Es como estar bajo tierra
—Tae... —empiezo a decir. Me sale la voz extraña y medio estrangulada.
—Alto —dice—. Espera.
Suelta mi mano y yo pego un respingo. Luego, sus manos tantean buscando las mías y su boca se choca contra mi nariz cuando me besa.
—No pasa nada.
Lucho por respirar con normalidad, sintiéndome estúpido. Me pregunto si lamenta haberme traído. No es que haya sido precisamente señor Robert Downey.
Como si pudiera leerme la mente, me besa de nuevo, esta vez cerca de la comisura de los labios. Supongo que sus ojos tampoco se han acostumbrado aún a la oscuridad.
—Lo estás haciendo muy bien —dice. Ahora habla casi a un volumen normal, así que supongo que estamos a salvo—. No me voy a ninguna parte. Es solo que tengo que encontrar la maldita linterna, ¿vale?
—Sí, vale.
Luego le oigo tantear entre las ramas que nos rodean, musitando pequeñas maldiciones entre dientes en un monólogo que no acabo de entender. Un minuto después, suelta un gritito de alegría; en ese momento, se alza un amplio rayo de luz que ilumina un lugar densamente poblado de árboles y vegetación.
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DELIRIUM | TAEKOOK
Historical Fiction"¿Estás seguro de que ser como todo el mundo te va hacer feliz?" "No conozco otro modo" Jungkook solo hace lo que le dicen, nunca a desobedecido y a sido rebelde. Sabe que si mete la pata en donde no debe cosas malas pasaran. Aún así, con cada adv...