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“Habrá ocasiones dónde no responderas con el cerebro.

Si no, con el corazón”

-¿Jeon Jungkook? -pregunta con el tono tosco que de seguro comparten todas, como si fuera parte de su formación médica

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-¿Jeon Jungkook? -pregunta con el tono tosco que de seguro comparten todas, como si fuera parte de su formación médica.

-¿Que tiene? -contesto, y rápidamente me corrijo; Hee-Sook me ha dicho que los evaluadores esperarán un cierto nivel de formalidad. -Sí, soy yo. -genial.

Me sigue resultando extraño oír mi verdadero apellido, Jeon, y se me instala un sentimiento triste. Durante los últimos diez años he usado el de mi tía, Kim. Aunque como apellido suena bastante tonto -porque media Corea tiene ese apellido-, tiene la ventaja de que no está asociado ni con madre ni padre. Por lo menos, los Kim son una familia de verdad. Los Jeon no son más que un recuerdo. Pero en los documentos oficiales tengo que usar mi apellido de nacimiento.

La enfermera indica uno de los pasillos y yo sigo el nítido toctoc que producen sus tacones en el cerámico. El corredor tiene una claridad cegadora. Las mariposas me van subiendo poco a poco desde el estima hasta la cabeza y me siento mareado. Trato de calmarme imaginando el océano que está fuera, su respiración irregular, las gaviotas que hacen molinetes en el cielo. "Esto terminará pronto. Pronto se habrá acabado y entonces me iré a casa y nunca más volveré a pensar en las evaluaciones".

Al parecer el pasillo es infinito porque siento que estamos demorando demasiado. Una puerta se abre y se cierra, y un momento después, al doblar una esquina, nos cruzamos con una chica. Me tenso. Tiene la cara roja y, obviamente, ha estado llorando. Debe de haber terminado ya; y parece que no le fue bien.
No puedo evitar que me dé pena. Las evaluaciones duran normalmente entre media hora y dos horas, pero la gente dice que cuanto más te retengan los evaluadores mejor lo estás haciendo.

Claro que no siempre es así.

Hace dos años, Mark Tuan entró y salió del laboratorio en cuarenta y cinco minutos y consiguió un diez redondo. Y el año pasado, Kwon Yuri batió el récord; Tres horas y media, y sin embargo solo sacó un tres.

A veces da la sensación de que todo el proceso está concebido para confundir e intimidar lo más posible. De repente me imagino que corro por estos pasillos limpios y que soy un patinador profesional. ¿Por qué eres así?.

Este es el peor momento para sentir dudas sobre las evaluaciones. Y lo que más me cabrea de esto: son las elecciones. No quiero casarme, Joder.

Soy feo, nadie se me acercaría

Si tenemos que hablar de bellezas, es aquí donde entra Jihyo.

Ella con su castaño oscuro, los ojos grises brillantes, los dientes derechos y perfectos, y esa risa que hace que cualquiera en un radio de tres kilómetros se volteara y se riera también. Hasta la torpeza le queda bien, dan ganas de ayudarla o recogerle los libros. Cuando yo me tropiezo con mis propios pies o me echo café en la camisa, la gente aparta la vista, ni los perros me miran.

DELIRIUM | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora