En el St. Marcus High todos los alumnos eran buenos, obedientes, ejemplares... Excepto por algunos, aquellos alumnos con peor comportamiento y peor calificación eran enviados a una clase especial, una clase que ningún profesor quería... La clase #48...
Deslicé mis pies dentro de mis zapatillas, respiré ondo y me levanté de la silla donde estaba. Tocaron la puerta y caminé para ir a abrir, estábamos a algunos minutos de que comenzará todo el asunto de la cena, así que todos habían estado nerviosos todo el día, no habíamos siquiera visto a Candy, así que me parece un poco raro que haya alguien tocando la puerta.
-Hey, Audrey - Dylan se invitó solo a entrar a la habitación, cerré la puerta - ¿Está aquí mi hermano?
-Hola, Dylan - lo saludé sin ánimo - Esta en el baño.
-¿Te molesta si lo espero? - se sentó en una de las sillas, sin esperar mi respuesta y sacó sus cigarrillos y un encendedor.
-No - lo observé un poco, dándome cuenta que estaba completamente vestido de negro: camisa, saco, pantalones, zapatos, lo único que destacaba era un collar de brillante colgando de su cuello - ¿Viene de familia?
-¿Qué? - me miró con curiosidad llevando el cigarro a sus labios -¿Ser tan guapos?
-No - rodé los ojos - Fumar.
-Oh, supongo que sí... Realmente no, mi madre odia que lo hagamos - quitó su mirada del techo y la puso sobre mí - Te ves realmente bien, pero creo que te hace falta algo - me dedicó una sonrisa de lado.
-Si me vas a insultar, mejor ahorratelo - levanté mi mano haciendo una señal para que se detenga y caminé para ir hacia donde estaba mi vestido.
-Un collar, Audrey, un collar te hace falta - escuché sus pasos pero no volteé, me concentré en abrir la bolsa donde estaba el vestido.
-Ah, sí, tengo una explicación para eso: Tu hermano no me ha dicho que habia mas que una boda, una boda y una cena. Así que... No traje nada de joyería.
Sentí algo frío chocar delicadamente contra mi clavícula y su respiración solo un poco por encima de mi oído, mi cuerpo se tensó, sobretodo cuando sentí sus manos sobre mis hombros al terminar de abrochar el collar.
-Hola, hermano - el saludo de Cole nos tomó a ambos por sorpresa, Dylan retiró sus manos rápidamente.
-Hola, te estaba esperando, quiero hablar una cosas contigo - le dijo en un tono que jamás había escuchado en él, un tono cordial.
-Yo voy a ponerme el vestido - les di mas privacidad tomando la bolsa y metiendola al baño.
Rápidamente me cambié, amaba el vestido, se veía precioso.
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La cadena de Dylan era ostentosa, brillante y pesada, para nada mi estilo, pero no podía negar que me iba bien. De no tener nada de joyería encima pase a tener algo muy vistoso.
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