20: La fiesta

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-No sabes las ganas que me dieron de golpear a tu amiguito - comentó Cole mientras manejaba.

-A mi igual - me reí - Hay que dejarlo pasar, no quiero pensar en eso.

-Tenemos que pensar en que vamos a hacer, linda - acarició mi pierna con su vista en la calle.

-¿De que es la fiesta? - la pregunta vino a mi mente muy rápido.

-De bienvenida...

-¿A quien vamos a recibir? - me emocioné un poco.

-Es un sorpresa - la voz de Cole había cambiado, ahora era seria igual que su cara.

Me incline hasta el y deje un beso en su mejilla, lo que lo hizo sonreír un poco.

-Me gusta cuando sonries por mí- susurre en su oído.

-Hoy voy a necesitar muchos besos - suspiró haciendo una mueca.

Estaciono en una gran casa, junto a un montón de autos y en el patio trasero de la propiedad se veían luces y se escuchaba música.

-Tus deseos son órdenes - abrí la puerta y salí solo para correr rodeando la camioneta y abrir la puerta del conductor donde estaba Cole.

Me subí arriba de Cole y cerré la puerta. Tomé su cara,  comencé a repartir besos por todos lados, su frente, sus mejillas, su nariz y di varios besos seguidos en sus labios y bromeando mordí su barbilla, lo que provocó que él se riera.

-No entiendo como puedo quererte tanto - recargo su cabeza en mi pecho - No te merezco.

-Te mereces todo lo que te haga feliz, Cole - bese otra vez su frente.

-No quiero bajar... - suspiró y se aferró más a mi cuerpo.

-¿Por qué? - quedé un poco confundida.

-No se quien va a estar, la fiesta la organizó Travis y alguien mas...

-Travis es un idiota - rodé los ojos.

-Audrey... - Cole me miro mal - Es mi amigo.

-Pues es tu amigo idiota - me reí.

-Evan es peor.

Terminamos nuestra pequeña discusión porque Cole abrió la puerta y con cuidado bajo él y luego me ayudo a bajar a mí. Me acorralo contra la camioneta y me miro profundamente a los ojos.

-Reglas para hoy, Audrey: 1 toma todooo con calma,  2 las preguntas se hacen en casa y 3 no seas muy amigable ¿entendido? - me dijo seriamente.

-Sí, señor - me burlé un poco de él.

-No estoy bromeando, amor.

Me sonrojé, me gusta cuando me dice así pero es un poco raro en él. Cuando se dio cuenta de mi vergüenza él se rió.

-Vamos - paso su brazo por mis hombros y comenzó a caminar.

Entramos a la casa que era enorme y simplemente al entrar en el centro de la sala había un cuadro enorme de una mujer.

Entramos a la casa que era enorme y simplemente al entrar en el centro de la sala había un cuadro enorme de una mujer

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Class #482 •/Cole Sprouse/•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora