Class #482 •/Cole Sprouse/•

18: La casa de las visitas

\● COLE POV ●\

Algo ardia dentro de mi pecho al escuchar a Evan, sabía que iba a hacer algo estúpido si me quedaba con Audrey, no quería lastimarla otra vez.

Caminé a la habitación y la cerré con candado, mientras repasaba las palabras de Greg y Evan por mi cabeza una y otra vez, sintiendo mas y mas furia.

La puerta se intentó abrir, luego de no poder sonaron unos pequeños golpecitos contra la madera.

-Cole... ¿Estás bien? - su voz, cerré los ojos.

¿Y si es verdad todo lo que dicen? ¿Y si todo lo que siente por mi es lástima? Me duele hasta pensarlo, porque realmente me gusta Audrey, mucho. Ni siquiera sé como me terminó gustando tanto.

Pero Evan tiene razón y todo lo que le voy a hacer es lastimarla, solo para eso sirvo, básicamente ese es mi trabajo: lastimar a las personas.

-Amor... - Audrey me llamó otra vez, mi corazón se encogió un poco al escuchala, porque nunca usaba apodos hacia mi.

Me levanté aun con las cosas que dijeron de mi en mi cabeza. Abrí la puerta y apenas la vi ella saltó hacía mi  y me abrazó. Fue tan inesperado que hasta retrocedi unos pasos, pero después la sostuve firmemente.

《Te tiene lástima》

《Te escondió de todos》

《Le da pena que sepan que sale contigo, Cole》

Cerré los ojos, no podía con mis pensamientos, me dolían y me hacían pensar mal de Audrey.

-Cole nada de lo que dijo es cierto - levantó la cabeza para verme a los ojos.

-Es real, Audrey, te lo dije tu no deberías estar aquí porque yo solo te voy a lastimar.

-¿Por qué crees es sus mierdas, Cole? - preguntó viendo fijamente mis ojos - Conozco a Evan, en cuanto se le pase el coraje va a venir a pedirte disculpas.

Me separé de ella.

-Es que tiene razón, Audrey, te doy pena - le dije esperando a que no sonara mucho como una mujer por decir eso - Ademas de lástima.

-¡No digas tonterías! Mi papá no te conoce porque no se ha dado la oportunidad, Cole. No me das pena ni nada parecido, tonto - volvió a buscar mi cuerpo y me abrazó.

-No quiero que me dejes pero no quiero hacerte daño y la única manera de no hacerte daño es si estas muy lejos de mi. - susurré mientras olía su cabello.

Me soltó y me empujó hasta que quedé sentado al borde de la cama, después ella se sentó sobre mis piernas quedando frente a frente.

-Me gusta estar aquí, contigo Cole, quiero ayudarte porque me importas... Porque te quiero. - acarició mi mejilla con una mano y la otra estaba en mi pecho.

Dejé mi cabeza reposando en su hombro, ella seguía acariciandome, yo no podía decile nada.

Evan había dicho exactamente las cosas que me hacen sentir inseguro, jamás pensé volver a sentirme así por las palabras de alguien; no sin cierto rubio frente a mí. Esperen, Evan es rubio. Maldición, ¿acaso todos los rubios somos unos malnacidos?

-No puedo decir nada, Audrey; todo lo que dijo es verdad - la miré a los ojos.

-No, no, Cole él no sabe nada de nosotros, de lo que sentimos.

Buscó mis labios con algo de desesperación, pero nuestro beso no duro mucho.

-Tienes que creer más en ti, amor, yo se que no eres malo - me miró a los ojos.

《Si supieras la verdad, Audrey》

-Perdóname - ni siquiera lo pensé, esta niña me hace disculparme por todo, cuando jamás me había disculpado con nadie antes. - Por todo.

-Tranquilo...

Siguió acariciando mi mejilla con una pequeña sonrisa, buscó mis labios otra vez, pero ahora el beso duró mas tiempo y cuando nos separamos ella fue directo a mi cuello, iba de mi mandíbula a mi clavícula y se sentía muy bien. Me vio y con una risita tonta nos acostó por completo en mi cama, quedando ensima de mi y volviendo a mis labios.

Sus heladas manos se metieron debajo de mi camiseta y suspiré en sus labios por la sensación. Me levantó la camiseta poco a poco hasta que separo sus labios de los mios para sacarla completamente. Me sonrió traviesa.

Sus besos en mis labios eran fuertes y no sabía muy como responder estaba muy asombrado. Tomó mis manos que estaban en su cintura y las bajo directo a su trasero y regreso sus manos a mi cuello.

-Audrey...

Se separó de mi para mirarme a los ojos.

-¿Te estoy asustando, chico malo? -me preguntó desafiante.

《Niña, no sabes en lo que te metes》

Apreté fuerte su trasero entre mis manos y mordí su labio.

Le di la vuelta y quede justo arriba de ella, ahora yo era demandante besandola y yo tambien era él que baja a su cuello y la hacía suspirar.

Desabotone su blusa y comencé a besar su abdomen, ella cerro los ojos y mordió su labio. Subí a besarla otra vez y sus manos buscaron el botón de mi pantalón.

Pero sonó el timbre.

-¡Es que en esta casa uno nunca puede estar tranquilo, carajo! - estaba enojado.

-Es la casa mas visitada - se burló Audrey.

Audrey se rió y comenzó a abotonarse la blusa, me levanté y caminé fuera de la habitación.

-¡Cole, ponte la camiseta! - me gritó Audrey.

Me la lanzó y en lo que llegaba a la puerta me la puse.

Abrí sin muchas ganas y listo para gritarle y golpear al que estuviera ahí, pero lo vi.

Maldición.

¿Es que mi día no puede ir peor?

-¿Que carajos haces aquí?