Almas Gemelas © LIBRO 2

Capítulo 04. Colisión de Almas

Capítulo 04. Colisión de Almas

Los monstruos resultaron ser solo árboles. —Taylor Swift

Nathaniel

Camino directo a la oficina de Balder. Nicholas me ha avisado que la chica de ojos grises ya ha llegado. Así que no pierdo el tiempo y voy por mis vacaciones.

Toco la puerta y después del acceso permitido entro.

— ¿Estas ocupado? —pregunto cuando lo veo caminar con la Tablet, alcanzo a ver como en esta pasa varios archivos de diferentes cuervos.

—De hecho, llegas justo a tiempo. Pasa, pasa.

Frunzo el ceño y cierro la puerta detrás de mí.

— ¿De que se trata? —indago.

—Tal vez no te has enterado debido a que pasas estas cosas siempre por alto. —deja la Tablet sobre su escritorio y me muestra una imagen que se proyecta sobre El Anuncio.

Es básicamente nuestra fuente de información diaria, es como un periódico mágico.

Me acerco y leo la noticia.

"Éire bajo ataque: Estudiantes del Refugio son heridos por un grupo de Adders."

—El consejo esta mas que alerta en estos momentos.

— ¿Tenemos una nueva misión?

Este asiente.

—Sé que me pediste unas vacaciones para encontrar a tu alma gemela, aun me es difícil entender que una criatura sienta el lazo con su otra mitad sin conocerla primero... Pero debido a tu naturaleza, tiene sus probabilidades.

Hago una mueca.

— ¿Pero? —Espero que no haya travos porque hoy mismo planeo irme.

No tengo ganas de quedarme aquí esperando mientras no pego el ojo en todas las noches desde esa noche.

Mis pensamientos me abandonan rara vez, y cuando lo hacen es ella quien aparece en mis sueños. La veo en la playa, siempre caminando descalza a la orilla del mar mientras sujeta una cuerda roja.

Siempre es el mismo maldito sueño, y cuando estamos cerca, ella alza la cabeza y me despierto. Nunca la veo, no veo su cara, sus ojos, su nariz, su boca. No hay nada mas que el cuerpo de una chica sin rostro.

—No es un "pero". De hecho, te mandare directo a donde quieres ir sin perder tu puesto en los cuervos.

—Creí que me dejarías descansar. —recrimino cruzándome de brazos.

—No me quieras ver la cara Blanchard. No creas que no me di cuenta de que planeabas dejarlo todo tirado para ir a buscarla.

—Solo serán un par de meses.

— ¿Y luego que, uh? ¿La traerías a Nueva York pretendiendo sacarla de su vida?

—No la conoces.

—Y te recuerdo que tu menos. No sabes quién es. Pero si de algo estoy seguro es que esta será tu mayor prueba Nathan. El universo junta a dos almas cuando es necesario. ¿No se te hace mucha casualidad que justo cuando estamos en una batalla contra los demonios de mayor rango en nuestro mundo, los dioses hayan decidido juntarte con alguien? A ti, príncipe real.

Gruño y me voy al pequeño bar que tiene en la oficina. No espero su permiso. Necesito un trago.

— ¿Qué quieres de mí?

—Iras a After Flames junto a otros cuervos a proteger esas tierras.

Lo miro con el licor atascado en mi garganta.