"Estoy de pie en las cenizas de lo que solía ser" – Halsey
La torre que había quedado abandonada en la academia Allerton, donde descifre otro de los juegos del castillo y Galia convulsiono... ha dejado de ser un basurero, ahora siendo un ala con paredes de cristal, bombillas colgando desde el cielo raso que nos reciben junto a los cuadros abstractos de llamativos colores.
Entramos por las puertas continuas y me quedo sin habla. La habitación es enorme, con un enorme y grueso tronco justo en el medio tupido de hojas verdes y flores blancas. Pequeñas partículas de polvo dorado brillas a su alrededor. Las ramas del árbol se extienden hasta formar una mesa larga de la misma madera frente al tronco.
Surgen pequeños troncos a su alrededor de la mesa, en estos están sentados Ciara, Mateo, Linnette, Simone, el padre de Jack, los gemelos y por último el padre de Bailey.
Sostengo la mano de Nicholas quien estaba a mi lado, entrelaza nuestros dedos sin titubear. Mi corazón bombea con fuerza y mi cabeza da vueltas.
—Tranquila. —musita.
— ¿Qué hace aquí? —pregunto en un hilo de voz.
—Es por ella, está para ayudar a detener la amenaza de los Adders.
Cowen se queda fuera conversando con los chicos, estos protestan cuando no se les permite entrar.
Me parece raro que ni siquiera Jack pueda, pero Nicholas sí.
—Buenas tardes, chicos. Nicholas, gracias por representar a tu familia. —saluda Ciara levantándose.
Mi amigo asiente, bueno otro miembro poderoso en el consejo sobrenatural.
Ciara camina hacia Acacia abrazándola, saluda a los chicos, besa las mejillas de Rowan y Nate y luego viene a mí.
—Hola, Carrie.
—Hola. —sonrío a medias aceptando su beso en la mejilla. Muerdo la carne de mi mejilla interna sin poder apartar la mirada del señor rubio de ojos claros.
Incluso me sentía culpable, ¿Cómo le decía que su hija no había muerto del todo? ¿Qué su magia ahora era mía? ¿Qué parte de su alma vive conmigo? ¿Cómo le digo que fue su magia la que me dio el poder de invocar la energía de un eclipse y matar a todo un aquelarre maldito?
No tiene por qué saberlo. Me dice mi conciencia.
Pero claro que debe saberlo, era su hija.
—Respira, cariño. —me dice mi madrina.
—Es difícil. —confieso mirando por el rabillo del ojo al señor Grey quien habla con Simone y Mateo.
Mi guardián, habían tantas cosas que aún me quedaban por preguntarle. Sin embargo sabía otras más que él mismo me contó.
Él y Ciara cuidaron de mí cuando la amenaza de Morgana llegó a los oídos de mis padres. Mateo fue profesor de mi madre en el refugio, enseñaba lenguas celtas y se volvieron grandes amigos. Sobre todo cuando mi madre se enteró que estaba embarazada, porque muchos ya sospechaban que no iba a ser un embarazo fácil. Druida más semidiós igual a impredecible.
Impredecible es igual a amenaza, destrucción y miedo.
Soy todo lo que no pueden controlar.
Quiero creer que no, que no soy una amenaza para ninguna criatura, que mi caos es solo inestable por el simple hecho de que soy nueva en esto.
— ¿Estas bien? —pregunta Nate, mira mi rostro preocupado, asiento aun divagando en mi cabeza, ni siquiera me importa si me está escuchando.
Su mirada me quema, así que subo la vista, viendo como sus ojos bajan a mi mano junto a la de mi amigo, él frunce el ceño.
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Almas Gemelas © LIBRO 2
FantasyTrilogía Criaturas Oscuras. Almas Gemelas. Libro 2. "Almas unidas por un hilo, atadas por el destino" El mundo de las criaturas nunca ha sido un mundo lleno de normalidad, cada día todo puede pasar en el mundo sobrenatural. Y Carrigan lo sabrá mejo...