No sé por qué huyo, cuando tus brazos son mi mayor refugio.
NicholasCada uno toma un curso diferente cuando Carrigan se va.
Acacia desaparece con su amiga antes de que pueda alcanzarla. No me gusta que comparta aire con Arthur.
Cada vez nuestro respeto por su persona se desvanece junto con nuestra conexión como manada.
Galia y Jack se encargan del pobre de Nathaniel.
Clarke me toma por los hombros cuando golpeo una maceta casi haciéndola reventar.
—La planta no tiene la culpa. —suspira.
Mas que gracioso, suena totalmente desganado. A ambos nos afecta. Escuchar a Carrigan y verla vacía por esos segundos me ha lastimado.
Comienzo a culparme sin poder evitarlo. Si ninguno fuese accedido a seguir los planes de los Cowens ella no habría aceptado su naturaleza, no sería una niña atormentada. Tal vez Bailey seguiría aquí...
Clarke nota mi lucha interna y me lleva a rastras hacia el salón de música. Este solía ser nuestro lugar. Pocos estudiantes lo frecuentan fuera de clases.
Tocamos una canción de 5 seconds of Summer, pero mi mente me aísla de la correcta entonación luego de unos minutos. Quiero gritar de frustración.
Dejo de tocar y Clarke sigue hasta que se da por vencido y deja de golpear los platillos.
—Oye, pareces animal enjaulado. —me gruñe Clarke detrás de su batería mientras fuma. — ¿Quieres? —me ofrece de su puro.
—Aleja esa mierda de mí. —espeto. Él suelta una carcajada.
— ¿Qué le pasa a la rubia preciosa?
Cierro mis puños dispuesto a pegarle fuerte. Pero unos golpes en la puerta me detienen. El sol comenzaba a salir, ¿Quién puede estar tan temprano jodiendo por acá?
Abro la puerta y se me descoloca la mandíbula.
— ¿Dagny? —la sonrisa de la rubia ilumina su rostro junto a sus ojos miel iguales al de nuestro padre.
—Hola hermanito. —levanta y sacude las palmas de sus manos.
—Joder. —escucho a Clarke decir detrás de mí. —Hola pequeña ninfa. —le sonríe el neandertal.
—Hola... ex rizos de oro. —le sonríe. — ¿Y bien? ¿No me abrazaras o siquiera darme la bienvenida? —hace un mohín viéndome.
Los dioses quieren jugar futbol, y nosotros somos la jodida pelota. Sonrío un poco calmando mi temperamento y la atraigo a mi pecho apretándola contra mí. Su olor es igual al de nuestra madre, oliendo a frutos rojos.
—Pensé que ya no venias. —beso su cabello rubio.
—Mamá logró convencer a papá. No fue fácil, pero aquí estoy.
Me separo para mirarla.
—La academia no es el lugar más seguro en estos momentos, Nini. —acuno sus mejillas sonrosadas. Ella no borra su sonrisa, pero rueda los ojos.
—Lo sé bobo, pero esconderse es de cobardes. Y los Jones jamás nos escondemos.
Clarke se ríe y me aleja de ella para alzarla y darle vueltas.
— ¡Así se habla, joder! —mi hermana se ríe.
—Sigues siendo el mismo.
—Jamás cambiaré. —besa su mejilla antes de bajarla. — ¿Cómo es que tu pequeña hermana tiene más huevos que tú?
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Almas Gemelas © LIBRO 2
FantasiTrilogía Criaturas Oscuras. Almas Gemelas. Libro 2. "Almas unidas por un hilo, atadas por el destino" El mundo de las criaturas nunca ha sido un mundo lleno de normalidad, cada día todo puede pasar en el mundo sobrenatural. Y Carrigan lo sabrá mejo...