Capítulo 07. Paraíso Escondido.

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Carrigan

Lupercales, el teatro, Arthur y Nathaniel. Annabella y su insolencia. Nessia y Nathaniel...

Llevo dos semanas y media acá y ya hay demasiado pasando.

— ¿Sabes a dónde irán? —pregunta Lilian.

Niego sonando mis dedos, la hermana se Jack me estaba usando como maniquí junto a mi hermana mientras me vestían y maquillaban.

—Solo sé que iremos a cenar... Aun no sé por qué se esmeran tanto en arreglarme. Solo será una comida.

—Eso crees tú, pero tengo más información. —dice Acacia soltando una risa infantil.

— ¡Cassie!

—Vamos, Carrie, no seas una pesada. Nathaniel quiere distraerte por un rato, y yo estoy más que contenta con que tenga ese detalle contigo. —abro mi boca pero Acacia no me deja hablar. —Has estado huyendo de la realidad todo el invierno, a penas duermes o comes, estabas todo el día entrenando o enrollándote con Clarke. —reprocha.

Explayo los ojos cuando Lilian se ahoga con su propia saliva. Pero mi hermana está feliz exponiendo mi vida privada.

—Lo cual agradezco que haya terminado porque por estúpido que parezca, los chicos son como mis hermanos mayores, y que asco ver a mis hermanos enrollándose cada rato. —hace una mueca.

Quiero reprender, pero justo escucho a alguien hablando en un idioma que en definitiva no entiendo, tocan la puerta y luego vemos la abundante cabellera rubia de Nicholas.

— ¿Puedo?

—Claro. —sonrío cuando pellizco a mi hermanita y esta chilla.

Nicholas y su cara adorable entran a la habitación.

— ¿Qué idioma era ese? —pregunto.

Lilian me pide que vuelva a mirarla, ella mira a Nicholas con desdén y eso me prende mi vena curiosa. Por el contrario, Acacia le sonríe extasiada con su presencia.

—Deja de moverte, por favor. —musita la Allen menor.

—Lo siento. —suspiro.

—Danés. —responde el americano.

— ¿Desde cuándo sabes danés? —pregunto abriendo un solo ojo, aquel que no estaba siendo maquillado.

—Soy danés. —se ríe. Volteo a verlo confundida. —Mi acento es americano porque fue en Nueva York donde crecí. —Lilian me hace mirarla nuevamente, así que Nicholas se mueve hasta estar frente a mí. —Vivimos allí desde que tenía cinco hasta los doce, luego nos mudamos aquí. Pero nací en Dinamarca, nena. —se burla.

—No me esperaba esta información. —me rio. —Ya decía que esos genes no eran americanos.

Resopla.

—Ya quisieran ellos ser tan afortunados.

Las chicas se ríen mientras siguen en lo suyo.

Agradezco que no hablen más sobre mis aventuras en la isla. Dioses, definitivamente no estaba pensando ese día.

— ¿Qué es todo esto? —pregunta sentándose sobre la cama de mi hermana. Lilian y ella compartían dormitorio.

—Mi querida hermanita, tendrá una cita con un caliente guerrero. —contesta Cassie.

Ruedo mis ojos.

—Nathaniel de verdad se está luciendo. —sonríe el rubio, sus ojos azul oscuro brillan.

Almas Gemelas © LIBRO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora