Capítulo 36

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Domingo, Diciembre 31, 2017.

Habían sido días extraños. Esta última semana había sido extraña. 

Luego de decidir que iría a Nueva York, todo se había vuelto una completa locura. Quizás eso pasaba por tomar decisiones apresuradas. Kiara y Emma no paraban de saltar de emoción cuando hice oficial la noticia, aunque Madison no se lo tomó del todo bien. Al principio se rehusó completamente a dejar sus amigos y toda su vida aquí, y la entendía, tampoco es fácil para mí dejar todo aquí en Londres, pero es un reto que supongo tengo que tomar. Por suerte, ella se tranquilizó pocos días después, analizó más la situación y aceptó su destino.

Me encontraba en la ducha desde hace unos treinta minutos y no paraba de ver la pared pensativa. Aun no procesaba por completo en que hoy sería mi último día en Londres, habían pasado tantas cosas esta semana que aún me cuestionaba si era real. Renuncié finalmente al trabajo y pasé una de las navidades más extrañas. Es decir, no fue mala, estuve en la casa de Emma y la familia de Kiara fue de visita. Me entretuve viendo a los abuelos de Kiara bailar mientras Kiara se avergonzaba de la forma en que lo hacía, Madison también la pasó bastante bien y más aún cuando recibió muchos regalos. Todo estaba bien, pero yo no podía evitar sentir un vacío en mi corazón.

Suspiré pesadamente y cerré la llave deteniendo el paso del agua. Tomé el vestido negro ajustado que había dejado Kiara encima de la cama y me lo coloqué junto con unas botas negras. No coloqué casi maquillaje en mi rostro, apenas corrector para tapar mis notorias ojeras y un poco de labial rosa para no verme aún más pálida. 

En cuanto estaba lista, salí de la habitación y bajé las escaleras. Estábamos en casa de Emma y aún la familia de Kiara se encontraba aquí. En el patio trasero había música a un volumen moderado y varios vecinos se habían acercado con su familia a celebrar. Todos estaban notoriamente felices. Kiara como de costumbre no estaba lista, así que me tocó esperar en el sofá. Me quedé mirando fijamente el suelo, pensativa, como normalmente solía estar últimamente, y viendo como Madison socializaba con los hijos pequeños de los vecinos. El tío de Kiara llegó con una gran sonrisa, sacándome de mis pensamientos y comenzó a hablar de no sé qué mientras me ofrecía una cerveza, que rechacé amablemente. Hablaba de su niñez, de las diferentes aventuras y viajes que había tenido en su vida. Sonaba interesante, pero la verdad me distraje varias veces intentando escapar de la situación sin ser grosera. Sinceramente no tenía muchos ánimos de hablar justo ahora.

—¡Rob, deja a la muchacha en paz! —bromeó la abuela de Kiara.

—¡Pero si se está divirtiendo con mis historias! ¿Cierto, Madison? —me miró buscando apoyo.

Obvié completamente que una vez más confundía mi nombre y sonreí mientras asentía con cierta incomodidad.

—Ehm... sí, seguro...

—Ve afuera, ya casi está lista la comida para cenar. Seguro te entretienes hablando con alguno de los muchachos —me sonrió pícara la abuela de Kiara.

Me sentí mucho más incómoda cuando dijo eso último, así que evité con todas mis fuerzas hacer una mueca de disgusto. Casi sin pensarlo, me levanté en dirección al patio trasero. Uno de los niños pequeños corrió casi chocando conmigo y me tuve que apartar de golpe para evitar tropezar con él. Casi caía al suelo como una idiota, pero continué tranquilamente mi camino como si no hubiera pasado nada, hasta llegar a una mesa vacía y me senté ahí observando el panorama. La gran mayoría tenía una copa en su mano hablando sobre algún tema y otros bailaban, especialmente el abuelo de Kiara. El ambiente era bastante animado, se notaba que era fin de año.

—¿Dónde se encuentra Kiara? —preguntó Emma acercándose un poco estresada.

—Creo que aún sigue arriba preparándose —mencioné tranquilamente.

Flicker - Niall Horan [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora