CAPÍTULO 17

60 2 55
                                    

-----LA PRESENTACIÓN----

Horas antes

Aitana Jones

Entramos a la casa besándonos como dos personas desesperadas por tenerse, me siento cansada para seguir, pero dejo que controle mi cuerpo dejándome llevar por sus besos. Adán me pega a la pared y sus manos van bajando hasta llegar a mis piernas, pongo una mano en su hombro y sus manos de Adán llegan a mi coño, vuelve a mi cuello y mis gemidos se intensifican.

No sé si hay alguien en la casa pero seguramente ya escuchó mis gemidos.

Mis manos aprietan su camisa tras sentir el tacto de su dedo moviéndose sobre mi clítoris, intento agarrar la polla pero Adán baja el cierre de mi vestido dejando que la prenda caiga al piso. Estoy desnuda y ansiosa por hincarme.

Él mira mis tetas y en un impulso las aprieta, prendiéndose de ellas. <<Si estuviera amamantando esta noche no hubiera servido>>. Suelto una risa mental—las cosas que pienso cuando ando cachonda.

—No llevabas Bragas —salgo de mis tontos pensamientos y veo que mira mis nalgas.

—No siempre llevo bragas —Adán se hinca y como estoy de espalda a él acaricia mis nalgas. Amo sus manos grandes.

Escucho ruidos en la cocina, pero los ignoro. Adán azota mi culo dejándome con las mejillas enrojecidas y con las nalgas marcadas seguramente.

Venom de Eminem comienza a sonar.

—Kirby súbele el volumen —le dice al asistente de voz.

—No sabía que existía Kirby —gimo.

Las creaciones de mi hermana son exclusivas y tanto como Pay y Kirby son asistentes que no están disponibles para todo el público. Cuando mi madre me regaló a Pay no pensé que existiera otro tipo de asistente hasta ahora y parece que está mejorada la nueva versión.

—Fue el regalo de tu familia cuando comencé a trabajar para ellos —se limita a decir mientras pasa su lengua por mi coño y pega mi cabeza a la pared.

Gimo varias veces, mientras tanto, el ruido que hace su lengua en mi húmedo coño me excita y sin descartar la maravillosa música que da ambiente.

De no ser porque Adán me está haciendo un buen oral estaría bailando al ritmo de la canción.

—Esa es la música que escuchábamos en el auto.

—Y la misma que dije que te quedaba, pues eres puro veneno.

—No recuerdo, me distraje con otras cosas —con una polla erecta mientras el sujeto llamado Adán manejaba y me apretaba los pezones dejándolos duros.

—¿Quieres que te recuerde todo lo que te hice mientras sonaba?

—Me encantaría recordar —volteo mi cuerpo y dejo que su rostro quede a centímetros de mi coño.

—Bestia —su respiración agitada se siente cerca de mi intimidad.

—Recuérdamelo mientras disfrutas —hundo la cabeza en mi intimidad y el pasa su lengua por la entrada lamiendo mi clítoris que sigue destilando fluidos y, a la vez lubrican mi zona.

Sus manos se sostienen de mis piernas firmes y el tacto de su lengua provoca que abra más mis piernas.

Me muerdo los labios e intento tragar saliva cuando su dedo entra por mi culo dilatándolo. Me gusta, me vuelve loca y lo mejor es que lo disfruto. Adán sabe como hacerme feliz a la hora del sexo.

GÉMINIS II (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora