[TERMINADA]
¿Sexo?
¿Alcohol?
¿Fiestas?
¿Retos?
¿Dinero?
Eso es todo lo que piensan los adolescentes.
Ocho se enamoraría de alguien que no le corresponde, ella sabe que en algún momento el se aburrirá de ella y la dejara como a muchas de las chicas...
Reí y lo miré en la ventana — Que gracioso — Dije con cierto sarcasmo.
— No es broma.
Sentí un poco mis mejillas sonrojarse.
— Primero que todo. ¡No tendré sexo a través de una ventana! Y menos si es contigo.
— ¡Hey! Acabas de herir mis sentimientos — Dijo sarcásticamente.
— Si, Ja ja.
— Quiero mostrarte algo. Ven a mi casa.
— ¡No No! ¡No quiero ver tu horrendo pene!
Cinco ríe — ¡Eres una cochina! No es eso, es algo que tengo que mostrarte.
— ¿Ok? Ya voy — Colgué el teléfono y me dirigí hacia la casa de Cinco.
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— Buenas tardes — Sonríe levemente.
— ¿Que tienes que enseñarme? — Pregunte.
Cinco agarró mi mano haciendo que yo lo mirara y él sonriera.
— Vamos — Susurra con mi mano entrelazada a la suya.
Fuimos hacia su habitación y lo primero que me apareció fue una mini biblioteca con muchos libros.
Lo mire.
— Sabes, ah veces algo de compañía no me molestaría, así que como se que te gustan los libros de fantasía y romance... Pues ahí esta.
Sonreí con emoción — Pues tendrás compañía muy seguido, señor Gallagher.
— Eso me alegra — Me miró y se ríe al ver que miraba la mini biblioteca — Ve y escoge tu libro.
Salí corriendo hacia el estante y agarré uno de mis libros favoritos de fantasía "La Divina Comedia". Me acerqué a Cinco sonriendo.
— ¿Porque lo hiciste? Tú me odias.
— Sabes, no te odio Moormeier. Al contrario me agradas y por eso te di este regalo — Sonriendo.
Me sente en su cama y abrí el libro, ¡Por dios! ¡Es el original! Esto es increíble. Mire a Cinco y vi que no dejaba de mirarme. Fruncí levemente el ceño y el apoyo sus brazos en mis hombros.
— Cinco... — Susurre mientras oía nuestras respiraciones mezclándose por lo cerca que estábamos.
— Dime.
— ¿Que está pasando contigo?
El me miro medio confundido y se separó un poco — ¿Ah que te refieres? — Confundido.
— Te portas muy extraño conmigo, demasiado, no se, ¿Lindo? — Dije y el suspiró.
El simplemente se me quedo viendo hasta que sentí como algo presionaba mis labios, pero rápidamente me separé haciendo que cayera acostada a su cama y Cinco encima de mi.
— Esto está mal — Susurre.
— ¿Porque lo está?
— Ya te dije Cinco, no siento nada por ti, no puedes besarme como si nada en cualquier lugar. Vendré seguido para leer y hacerté compañía, pero eso no significa que puedas besarme — Agarre mi teléfono que estaba en su escritorio a lado de la cama y lo metí dentro de mi pantalón.
— ¿Te vas? — Preguntó con el ceño fruncido.
— Si.
— Pero, ¡El libro! ¡Mi compañía! — Me reclamó y yo reí levemente.
— Llama a Avani y estoy segura que vendrá — Abri la puerta de la habitación de Cinco y lo miré — Gracias por los libros, te veo mañana en la escuela — Dije para luego salir de su habitación.
Baje las escaleras, pero sentí algo agarrando mi brazo haciendo que me volteara, quedando muy cerca de él.
— Cinco...
— Si — Suspira y yo lo miro confundida — ¡Me pasan cosas contigo! ¡Muchas cosas! — Dijo haciendo que yo me quedara paralizada de los nervios.
— Lo siento, pero no puedo hacer nada si no siento nada por ti. Aparte las chicas arruinaran las cosas si siguen de intrometidas.
Cinco ríe levemente — Me encanta que te pongas celosa — Susurró agarrándome de la cintura.
— Pero ¿Cuando me puse celosa? — Me crucé de brazos.
Cinco posó su dedo índice en mis labios — Calla — Susurró para luego juntar sus labios contra los míos.
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