Capítulo 38

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Lauren POV

El lunes pasé un fin de semana encantador. El sábado me quedé con Camila durante la noche, acompañada de su hermana, vimos algunas películas, comimos pizza y salimos, como dos adolescentes tontas enamoradas.

Fue increíble ese sentimiento, Camila me hace querer hacer cosas que nunca imaginé que querría hacer en mi vida.

Normalmente mis sábados estaban regados con tragos y mujeres, fiestas y más fiestas que me hacían perder el rumbo. Pero esta vez me conformé con sentarme en un sofá, comer comida chatarra, ver comedias románticas y recibir caricias inocentes y, lo mejor de todo, sin encontrarlo monótono. Todo esto porque estaba en su agradable y adictiva compañía.

Lamentablemente, no pude verla el domingo, ya que recibí una citación de Clara para asistir a una reunión de algunos de sus socios. Esta reunión fue totalmente nauseabunda y llena de tirones de bolsas. Y, para empeorar las cosas, todavía tenía que aguantar al amante de mi madre a mi lado, sonriendo y tratando de acercarme a mí. Como si no fuera suficiente con follar al idiota, todavía quería seducir a su hija. Por desgracia, para él, conozco muy bien su tipo y, de la fruta que le gusta, hasta me como el hueso.

Solo pude llamar a Camila un poco durante la mañana, ya que debía  terminar el trabajo que había tomado durante el día, y cuando llegué a casa por la noche, ya era demasiado tarde para hablar con ella, a pesar de las ganas que tenía de escucharla.

Ahora estoy llegando a la empresa y lo único que quiero hacer es verla. Nos comprometemos a mantener nuestra postura profesional durante el trabajo, para no causar incomodidad o chismes entre los empleados. Sé que será difícil reprimir las ganas de besarla, pero lo haré para no dañar su trabajo.

Estaba parada frente al ascensor esperando cuando sentí una mano tocando mi hombro y su característico aroma me envolvió. Sentí un escalofrío en el estómago y una sensación incómoda en la boca del estómago que se intensificó cuando me habló.

-Buenos días Lauren

-Buenos días, Lili. - saludé, soltándome discretamente de sus manos.

-Pensé que no vendrías esta semana también. - habló deteniéndose a mi lado.

-Estoy mejor ahora, así que no hay necesidad de perder más días. - respondí como si nada.

-Hmmm ... ya veo. - Lili me miró de pies a cabeza poniéndome nerviosa.

Agradecí al cielo cuando algunas personas más se detuvieron detrás de nosotros esperando que llegara el ascensor, ya que eso evitaría que ella dijera algo comprometedor. Cuando llegó el ascensor, entramos y nos dirigimos hacia el piso de administración de la empresa.

Seguí caminando, con Lili en mi persecución, hacia Francine, que me esperaba con algunos documentos en mis manos y mi agenda.

-iBuenos días Francine!

-iBuenos días Sra. Lauren! - respondió ella cortésmente.

-¿Tienes algo para mi?

-Sí ... estoy terminando de separarlo y ya te llevo a tu oficina .

-Puede tardar Francine, de momento voy a tener una reunión con Lauren y no queremos que nos molesten. - Dijo Lili interrumpiendo a Francine y dirigiéndose a mi oficina, sin siquiera esperar y haciéndome rodar los ojos con desaprobación, lo que pronto notó mi secretaria.

-Termina de separar todo Francine y cuando esté libre te llamo. - dije yendo en la misma dirección que Lili.

Entré a mi oficina y pronto pude "deslumbrar" la imagen de Lili parada en la ventana, mirando el movimiento en la calle mientras encendía un cigarrillo.

Lo que sentimos| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora