Lo que sentimos| Camren

Capítulo 41

Lauren POV

El día, o mejor dicho, la noche, ha sido maravillosa. Los momentos que paso con Camila son siempre encantadores y, lo confieso, nunca imaginé que podría divertirme tanto en una cita.

Durante la película nos acurrucamos juntas e intercambiarnos varias caricias y sonrisas aprovechando nuestra cercanía. Vaya, no creo haber conocido a nadie que bese como ella. No es que las mujeres con las que salí antes no besaran bien, al contrario, pero ninguna me provocó lo que hace cuando ella  me besa.

En el restaurante pudimos hablar de varias cosas y conocernos. Camila es súper divertida y se las arregla para sacar un lado protector  de mí que ni siquiera sabía que existía.

Me enteré que le aterran las arañas  y que su banda favorita es Fifth Harmony, la canción preferida de ella es Big Bad Wolf  y que es una apasionada de la banana.

No hay nada en ella que me canse  y creo que nunca lo habrá, porque cada segundo con ella es poco y quiero más y más.

Ahora nos dirigimos hacia su casa. Recibió un mensaje de Sofía  de que dormiría en la casa de Dinah y, a su manera tímida y tierna, me pidió que fuera allí. Ahora entendí lo que mi cuñada quería decir con "Te lo voy a dejar todo".

Estoy exultante, porque realmente quiero tenerla, quedarme con ella y demostrarle que ella me tiene por completo, que mi cuerpo y mi mente reaccionan ante ella como nunca reaccionaron ante nadie. Llegamos a su casa y, en una mezcla de vacilación y nerviosismo, mi novia  me sonrió y me invitó a pasar.

Tan pronto como entré, su perro saltó sobre ella, haciendo risas divertidas que también me hicieron reír. "Ese hoyuelo en su mejilla me mata de ternura"

- Lo alimentaré, siéntete cómoda, ya vuelvo. - Dijo yendo hacia la cocina y llevándose al perro.

Me senté en el sofá y miré las cosas a mi alrededor. Había venido aquí antes, pero por primera vez tuve la oportunidad de ver los detalles. Su casa era simple, pero acogedora. Había una decoración sobria que mostraba mucho la personalidad de las hermanas. Vi encima del estante del televisor, unas fotos: Ella con Sofía, una foto de ella con una dama de pelo blanco, otra de ella, también pequeña, con su hermana y otras dos personas, que deduje que era su madre y su padrastro y un cuarto de una niña con un caballero, cuyo semblante me  recuerda mucho al de ella. Tomé la foto y, a por el hoyuelo de wu mejilla, pronto me di cuenta de que era ella.

- Yo y mi padre. - Camila me habló de espaldas haciéndome girar y mirarla. Tenía dos vasos en la mano con algo de beber. - Esta foto es una de las pocas que tengo con él. - Se acercó acercó rápidamente  y se paró a mi lado, tomando el marco y mirándolo con nostalgia.

- Eras una niña hermosa. - le dije abrazándola y dándole un beso en la frente y haciéndola reír.

- Gracias. - Habló poniendo el marco en su lugar.

Me imagino que estas fotos retratan buenas historias, estás sonriendo y con una mirada feliz en todas ellas.

-Hmm ¿crees? Después de todo, podría haber fingido en todas las fotos. - Dijo Camila, entregándome uno de los vasos que cuando noté que era jugo de naranja.

-Créame, sé cómo se ve la apariencia fingida en una foto.

Camila besó cariñosamente mi barbilla y apoyó la cabeza en mi hombro. - Pero tienes razón ... fue un momento excelente. - Dijo alejándose y sentándose en el sofá.

Me senté a su lado abrazándola con fuerza y atrayendo su cuerpo al mío. - Quiero poder brindarte más buenos momentos, momentos en los que tus ojos brillen tanto como en esas fotos. - dije besando su cabeza varias veces.