Capítulo 29

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Lauren POV

Me desperté el sábado antes de lo habitual.

No es que me haya quedado dormida, la razón fue que la conversación con mi padre y el mensaje de Jesus llenaron mi cabeza lo suficiente como para que me quedara despierta toda la noche en la cama.

Hoy seria una de esas pocas oportunidades que tengo para pasar tiempo con Paulino. El miércoles acordé con Lili salir con durante el fin de semana, a lo cual ella accedio sin objeciones, después de todo era una posibilidad para ella estar "libre" del pequeño.

Me vestí con ropa ligera (un mono corto de mezclilla, una camisa blanca con rayas horizontales rojas y un zapato plano negro), agarré mi bolso y mis lentes de sol y bajé a desayunar.

Había arreglado para recogerlo a las 9 am, así que tuve tiempo suficiente para tomar mi café con calma, pero mis preocupaciones no me permitieron probar mi comida correctamente. Jiménez notó mi mirada perdida e incluso trató de encontrar la causa, pero al ver que no daría ninguna información la dejó de lado. Creo que esperarás cuando crea que es mejor hablar.

Llegué a la casa de mi "amiga" 5 minutos antes de la hora prevista y ya me encontré con Paulino ordenado corriendo hacia mí sonriendo feliz.

-iTía Lauren!- gritó saltando en mi regazo.

-iHola mi amor! ¿Cómo estás?- pregunté abrazándolo.

-¿Estoy bien y tu?- habló con su hermosa sonrisa y sus ojos brillando. Paulino es un niño encantador.

-Ahora mejor, porque vamos a pasar el día juntos.

-Buenos días Lauren.- Escuché la voz de Lili proveniente de la entrada de su casa. Me sonrió
provocativamente, era era clase de sonrisa maliciosa que solo ella sabía darme. En cierto modo, fue gracioso cómo se las arregló para actuar así incluso en presencia de los empleados y su hijo.

- Buenos días Lili. - Dije poniendo a Paulino en el suelo.

Se acercó y me dio un beso en la mejilla, muy cerca de la comisura de mis labios y luego se paró detrás de mí y me abrazó por la cintura. "Qué hija de puta."

-Me alegro de que vayan a pasar tiempo juntos. - habló apoyando su cabeza en mi hombro.

-iiSIII!! - gritó Paulino levantando los brazos en señal de victoria.

-¿Vamos cariño? - Dije sonriendo ante la postura del niño que se fue corriendo a la habitación para recoger sus cosas.

Tan pronto como entró el chico, Lili enterró su rostro en mi cuello, inhalando mi perfume. - Sabes ... Me siento celoso cuando llamas a alguien más amor. - Finalmente habló.

-¿Estas loca? Es solo un niño, además de ser tu hijo y mi ahijado. - Dije deshaciéndose de su agarre indignado con su postura. ¿Qué madre en su sano juicio sentiría algo tan repugnante por su propio hijo que ella es solo un niño?. Y hasta donde tu sabes, no tenemos nada como para que estés celosa. - Marqué fríamente.

Sonreía disgustada y me iba a contestar, pero en ese mismo momento Paulino salió corriendo de la casa cargando una pequeña mochila con sus cosas, porque después de pasar el día juntos pasaría la noche conmigo.

-¿Estás listo? Le pregunté al chico que estaba muy feliz.

-Sí. Adiós mami. - habló Paulino acercándose a Lili que gruñó un "hasta" y se pasó la mano por la cabeza despidiéndose.

Tomé la mano del niño y lo llevé a mi auto, lo coloqué en el asiento trasero y abroché el cinturón de seguridad correctamente. Salimos para un día divertido éntre madrina y ahijado a través de la bulliciosa y bulliciosa ciudad de Miami.

Lo que sentimos| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora