Capítulo 40. Diferencias.

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*Días después*

Me encontraba en el auto y mi celular comienza a sonar. Dudé en atenderlo, pues estaba manejando, pero luego de que sonara un rato más, no lo soporté y atendí. Era O'brien.
-Hola cariño, ¿Por dónde vienes?
-Dylan, hoy tengo que estudiar con una amiga, porque estoy algo atrasada-Murmuré.

-¿No hay manera de que canceles y vayas otro día?- Preguntó del otro lado.
-La verdad es que no, amor-Dije parando debido a la luz roja. -¿Necesitas algo?-Pregunté.

-Estuviste todo el día fuera de casa y te extraño, es sólo eso-Dijo con la voz apagada.

-Lo lamento Dylan, trataré de organizarme mejor la semana próxima-Mascullé y O'brien colgó. Estaba algo molesto pero de cualquier forma, fui a la casa de mi amiga, pues en la universidad no podía descuidarme. Por la noche, regresé muy tarde. Las luces estaban apagadas. Encendí la luz del comedor y al ver la mesa me invadió una culpa muy grande: Dylan había preparado una hermosa cena para los dos. O'brien dormía en el sofá y lo desperté. Abrió los ojos con dificultad y se sentó.

-Cariño, no sabía que habías preparado todo esto, ¿Por qué no me dijiste?

-Se supone que no hay que decir las sorpresas-Murmuró con un notorio enfado. Se despeinó su cabello con rabia y frunció los labios, mirándome fijamente. Enarcó una ceja.

-Perdón cariño-Dije tomando su mano pero se apartó. -¿Quieres comer?-Pregunté luego de un momento.

-No, ya no tengo hambre. Buenas noches-Dijo y se levantó.

-¿Quieres hablar?-Pregunté, pues la culpa se estaba instalando en mi garganta.

-No Shaylene, no quiero discutir a esta hora-Masculló y se dirigió a nuestra habitación con lentitud.

Yo ya había comido, por lo que dejé los dos platos como estaban, y luego de lavarme los dientes, me dirigí a nuestra habitación. Dylan dormía con la cabeza hacia el otro lado, por lo que sólo veía su cabello. Fruncí los labios y me acosté, sin hacer el menor ruido.

La culpa me persiguió unas horas más, hasta que rendida, logré dormirme.

A la mañana siguiente, me desperté y Dylan no estaba. La culpabilidad regresó. Me levanté y me dirigí a la cocina aún en pijama. Al pasar, observé el comedor detenidamente y pude notar que no estaban los platos de ayer. Cuando llegué a la cocina, Dylan tomaba un café, con la mirada perdida. Preferí no hablar, y me preparé un té de limón, mi nuevo favorito. El desayuno fue silencioso, sólo se escuchaba el mover de las cucharas.

-Dylan, ¿podemos hablar?-Pregunté con timidez. Dylan bebió el resto de su café y asintió. -Perdón por lo de ayer, no sé que está pasando-Dije revolviendo mi té, incapaz de sostener la mirada.

-Shaylene, estudias y trabajas, y no tienes suficiente tiempo para nosotros-Dijo, algo herido.

-Yo hago lo que puedo, Dylan-Me defendí.

-Shaylene, deja el trabajo, tú sabes que no lo necesitamos-Repuso mirándome con seriedad.

-Pero quiero ayudarte Dylan, no quiero que tú solo lidies con la casa-Murmuré, ahora observándolo.

-No quiero y no necesito tu ayuda Shay-Masculló cruzando los brazos.

-Pero siento que debo ayudarte-Murmuré otra vez.

-Pues no sientas-Replicó y se levantó de la mesa. Suspiré audiblemente, la charla había concluído.

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Hola! Cómo están? Espero que bien :3
¿Les gustó el capítulo? Ya comenzó la recta final, quedan muy pocos capítulos. Gracias a todas, son las mejores!!

Frágiles Inexpertos. (Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora