Capítulo 25. Sólo sé feliz.

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Me alivié de no tener que tomar el bus a estas horas. Crucé y entré con rapidez.

-¿Cómo te fue?-Me preguntó mi hermana luego de arrancar.

-Genial, Matt es un niño adorable-Contesté sonriendo.

-Me alegro. Por lo menos será una buena distracción-Murmuró siempre mirando hacia la autopista.

-¿Cómo te fue con Tyler?-Le pregunté luego de un silencio incómodo. Entre nosotras los silencios eran siempre incómodos.

-Bien, aunque iremos con lentitud-Respondió con voz tranquila.-Igual, es algo irónico-Agregó con una sonrisa torcida. Fruncí el ceño ligeramente.

-¿Por qué?-Pregunté sin entender.

-Me dio una copia de sus llaves-Masculló. Me quedé boquiabierta.

-Es broma ¿No?-Repliqué parpadeando. Dylan también me había dado sus llaves.

-No... ¿Por qué?

-Por nada, cosas mías-Mascullé cruzándome de brazos. Yo aún conservaba las llaves de Dylan, y tarde o temprano se las tendría que devolver. Me decidí a ir en cuanto tuviera un espacio.

Llegamos a casa y la mesa ya estaba puesta. Miré con extrañez a mi hermana y me devolvió la misma mirada.

-¿Qué pasa aquí?-Murmuró Stephanie dejando sus cosas. Nuestra madre apareció con la cena.

-Hoy es una noche especial-Anunció.

-Lávense las manos y siéntense -Agregó papá al mismo tiempo que se sentaba en la mesa. Stephanie puso los ojos en blanco y la entendí. Ya no era necesario que nos mandaran a lavarnos las manos. Luego de unos minutos nos sentamos en la mesa. Cenamos en silencio y cuando todos terminamos, mi padre habló.

-Hijas, me iré de viaje mañana.

-¡¿Qué?!-Dije sin ocultar mi sorpresa.

-¿Por qué lo dices tan tarde? Es decir... ¡Es mañana!-Replicó Stephanie.

-Será sólo por unas semanas, máximo un mes-Agregó mi madre.

-Es por el trabajo... me toca viajar y no puedo negarme. Pero estaré de vuelta pronto-Explicó mi padre. Asentí un poco más tranquila. Mi madre trajo el postre y disfrutamos ese momento juntos, ya que al día siguiente mi padre no estaría en casa. Luego fui a mi habitación y me quedé leyendo una revista hasta que unos golpes me interrumpieron. Era mi padre. Entró en la habitación y se sentó a los pies de la cama.

-¿Cómo vas llevando lo de este chico?-Preguntó. Quise reírme, pues no recordaba el nombre de Dylan.

-Lo mejor que puedo. Tu sabes, no es fácil-Murmuré despegando los ojos de la revista.

-Mira, la primera vez que discutí con tu madre, ví todo negro y pensé que nunca más me iba a querer, y ahora míranos, estamos casados y tenemos dos hermosas hijas-Murmuró sonriendo bondadosamente.

-¿Qué estás insinuando papá?-Pregunté entrecerrando los ojos.

-Nada hija, sólo que no te tomes tan en serio todo. La vida da muchas vueltas aunque no lo podamos admitir, sólo sé feliz como antes, y trata de hacer lo correcto siempre-Masculló. Me quedé en silencio. Él revolvió su bolsillo. -Toma las llaves del auto y de las rejas, en un mes y unas semanas será tu cumpleaños, y esto es un adelanto-Dijo y extendió las llaves. Sonreí.

-Gracias pa.

-Buenas noches Shay, te veo en unas semanas-Replicó y luego de abrazarme, se retiró. No demoré mucho en quedarme dormida.

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Holaaaa! como están? perdonen si el capítulo fue algo aburrido, no tenía mucha inspiración y quería subirles de todas formas.
Les comento que en el próximo capítulo aparecerá Dylan, y verán cómo está llevando la ruptura con Shay ;)

Una vez más, no puedo dejar de agradecerles por sus votos y comentarios, espero que estén bien!

Bye!!

Frágiles Inexpertos. (Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora