Capítulo 9. Castigada.

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Luego de disfrutar la cena con O'brien, me llevó a casa muy tarde. Se nos pasó el tiempo muy rápido. Ya eran las tres y al día siguiente tenía instituto. Tendría cuatro horas más para dormir, pero realmente no me interesaba. Había cenado con Dylan. Entré en mi casa en silencio, pero sin poder ocultar la sonrisa de felicidad que tenía. Caminé de puntillas y de pronto se encendió una luz.

-¡Me asustaron!-Jadeé observando a mis padres. Dudé si correr a mi habitación o permanecer allí, pero opté por la segunda opción.

-¿Qué fue eso?-Preguntó mi padre. Respiré profundamente.

-¿Eso que?-Pregunté, haciéndome la tonta.

-¿A dónde has ido?-Preguntó mi madre mirándome a los ojos.

-Em, salí con Kate-Mentí, y se me notó.

-Ya sabemos que saliste con un chico. Llamamos a Kate y dijo que no estaba contigo-Dijo mi padre. Miré el suelo sin saber qué decir o qué hacer.

-La charla que tuvimos, ¿No te sirvió? ¿Nos estabas escuchando?-Siguió mamá. Sus ojos no brillaban.

-Sí, los escuché. Sólo que a veces el corazón elige otras cosas-Murmuré intentando excusarme.

-Tienes diecisiete años, no existe el amor a esa edad-Repuso mi padre.

-Dentro de muy poco cumpliré dieciocho-Corregí, aunque supe que no debía llevar la contraria en este momento.

-Es lo mismo. Te queremos proteger.

-No saldrás más con este chico, que además por lo que nos enteramos es famoso-Dijo mi madre, pero la interrumpí.

-¡Cómo vuela la información en esta casa!-Exclamé. -Y Stephanie es la mosca que la difunde-Agregué.

-Respeta a tu hermana mayor, Shaylene-Dijo mi padre. Otra vez mi nombre sonaba mal, pero no iba a dejar que destruyeran la felicidad con la que había entrado.

-Sí, lo que sea. ¿Cuál será mi castigo?-Pregunté cruzando los brazos.

-¿Cómo sabes que te castigaremos?-Preguntó mi madre. La miré enarcando una ceja.

-¿En serio quieres que responda tu pregunta?-Inquirí y negué con la cabeza.

-Shaylene, no seas altiva. Ese chico te está cambiando para mal. Te castigaremos, obviamente pero también te daremos algo-Dijo mi padre. Respiré profundamente y me senté en frente de ellos.

-Te devolveremos el celular, pero no podrás hablar con ese chico, pues lo hemos bloqueado-Dijo mi madre. Yo asentí.

-Ahora la mejor parte. ¿Con qué me torturarán esta vez?-Pregunté irónica.

-Danos las llaves de la casa-Masculló mi padre. Genial, eso sería fácil. Las busqué en mi bolso y se las di. Ellos me devolvieron el celular. Sonreí al recuperarlo.

-¿Ahora puedo irme a dormir?-Pregunté.

-Devuélvenos también las llaves del auto-Sentenció mi madre. Quedé boquiabierta.

-¡¿Qué?!

-Lo que escuchaste. Aún no tienes edad, y aunque sólo lo usas para ir al instituto, aún no estás preparada. Se las daremos a tu hermana-Dijo mi padre. Se las devolví a regañadientes. No quería preguntar si había más castigo, ya había terminado con mi ironía. Subí las escaleras en silencio, y prometí no hablarles hasta que se terminara mi enojo. Puse la alarma y me dormí, aún enojada y sin acordarme de O'brien.

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Holaaaa! ¿cómo están? bueno... un poco aburrido el capítulo xD pura charla con los padres... pero bueno, en algunas cosas (pocas) tienen razón. Prometo subir pronto el otro capítulo, para recompensar el castigo de Shay. Cualquier sugerencia que tengan, pueden comentar y la tendré en cuenta ^_^

Espero que estén bien, besitosss. Bye! ♡

Frágiles Inexpertos. (Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora