Por la tarde, decidí irme, pues seguramente mis padres ya estarían llamando a la policía diciendo que estaba desaparecida o algo así. Esto no era ironía en absoluto.
-O'brien, por desgracia tengo que irme-Avisé. Frunció el ceño ligeramente y luego sonrió.
-No quiero que te vayas.
-Yo tampoco, pero tengo que irme-Repetí.
-¿Puedo al menos llevarte?-Preguntó raacando su cabeza.
-Claro, bonito-Sonreí. Ya me había vestido otra vez con el uniforme, por lo que no demoramos en salir. Dylan condujo con lentitud, no quería dejarme ir. Estacionó en frente de mi casa con desgana.
-Te veo pronto-Murmuré.
-Te veo pronto, cariño.
-¿Cómo me has llamado?-Inquirí abriendo grandemente mis ojos.
-Cariño. ¿No te gusta?
-Claro que sí... es sólo que me siento aún más cerca de ti-Sonreí. Besé cortamente sus labios y observé por la ventanilla mi casa. Fruncí el ceño extrañada.
-Dylan... mi padre está colocando rejas-Murmuré. Él observó con detenimiento y frunció el ceño.
-También hay un auto de policía estacionado allí-Dijo señalando hacia la derecha de mi casa. Era el auto del amigo de mi padre. Genial.
-Dylan, vete de aquí lo más rápido que puedas-Le avisé mirándolo con preocupación. No tenía tiempo para besarlo otra vez. Salí del auto y corrí hasta mi casa. Las rejas no estaban terminadas, por lo que pasé sin ningún problema. Cuando me volteé, el auto de Dylan ya no estaba. Entré en mi casa con seriedad.
-¡Hija!-Exclamó mi madre y corrió a abrazarme. Apenas le correspondí el abrazo. El policía y mi padre se acercaron.
-¿Dónde estabas? ¿Por qué nos haces esto?-Preguntó mi padre con preocupación y un dejo de rudeza en su voz.
-Al no tener llaves, no tengo casa-Sólo respondí.
-¡No nos des más esos sustos! ¿Dónde estabas?-Siguió mi padre.
-No voy a contestar con él aquí-Dije observando de reojo al policía, amigo de mi padre.
-George sólo vino a ayudar, pues nuestra hija no daba señales de vida-Recriminó mi padre.
-Tranquilo John, es mejor que tengan una charla en familia. Si me necesitan me llaman a cualquier hora-Dijo George y se retiró. Suspiré aliviada y me senté en el sofá. Obviamente, mis padres no me dejarían tranquila en todo el día.
-Ahora dínos donde estabas-Pidió mi padre. Suspiré otra vez.
-Estaba en la casa de un amigo.
-¿En la casa del chico famoso?-Preguntó él otra vez. Mi madre me miraba con seriedad.
-Sí. Pero no se preocupen, dormí en el sofá-Expliqué.
-Ese no es el punto. Confiamos en tí en ese sentido... sólo que no queremos verte con él nunca más-Intervino mamá.
-¡Pero si no lo conocen!
-Exactamente por esa razón. Además, él es mayor, y tú aún no. Por lo que nos dijo tu hermana, tiene 22, y tú apenas 17.
-No es tanto-Mascullé. Mi padre puso los ojos en blanco y cruzó los brazos con superioridad.
-Cuando él tenía 15, tu tenías 10 años, cuando él tenía 20, tu tenías sólo 15-Explicó mi padre.
-Y ahora él tiene 22 y yo 17. Sé hacer cuentas papá-Murmuré impaciente.
Sorprendentemente, luego de que me sermonearan un poco más, no me castigaron. Es más, me devolvieron las llaves de la casa, pero obviamente no las de mi auto.
----------------***----------------Al otro día, las rejas estuvieron prontas, pero no me dieron llaves de ellas. Genial. Sin embargo, a Stephanie sí le dieron las llaves de las rejas. Genial otra vez. Tuve que pedirle a ella que me abriera, y por su culpa, llegué tarde al instituto. Una vez allí, el día se me pasó muy rápido, tal vez por haber llegado tarde.
Al salir, noté que Ian y Kate ya se habían ido, por lo que tuve que hacer el camino de regreso a casa, completamente sola. Era probable que estuvieran enfadados, ya que no he estado mucho con ellos desde que conocí a Dylan, pero en ese momento no me importó. Llegué a casa y suspiré al ver la reja. Me había olvidado por completo. Sólo esperaba que Stephanie estuviera, sino tendría que llamar a O'brien otra vez. Aunque después de todo, no era una mala idea. Toqué el timbre y al cabo de unos segundos mi hermana salió a abrirme. Milagro.
-Shay, ¿Cómo te ha ido?-Preguntó mientras entrabamos a la casa. Tuve intenciones de responder "Como si eso te importara" pero al final, musité un simple "bien".
-¡No sabes! Estoy súper contenta,ahora iré a ver a Tyler-Me contó emocionada.
-Espera, espera. ¿Tyler? ¿Estás loca no?-Le pregunté incrédula. Tyler era su ex de la secundaria, un idiota que había roto su corazón un millón de veces.-Sí, ese Tyler. Y no, no estoy loca. Él está súper cambiado-Murmuró defendiéndolo.
-Okey, si tú lo dices...
-Sólo vamos a charlar, yo no soy de las que se queda a dormir-Replicó con los brazos cruzados. Obviamente se estaba refiriendo a mi episodio en la casa de Dylan. Respiré hondo y decidí ignorarla. No me iba a enojar y dejar que ella me arruinara el día. Me senté en la mesa de la cocina y me preparé la merienda.
-Perdón, no quise decir eso-Se acercó Stephanie.
-Vete al diablo-Le dije con rudeza. Ella frunció los labios y tomó su cartera. Me miró por última vez y se fue.
Luego de merendar, subí a mi habitación.
Me recosté en la cama y comencé a escuchar música. Escuché el nuevo album de Taylor Swift una y otra vez. Durante un segundo, la música paró, pues me había llegado un mensaje.
Era de Dylan.
<<¡Hola! Mira por la ventana>> ponía.------------------------------------
Holaaa! como están? espero que muy bien ^_^ bueno, les dejo el capítulo, traté de hacerlo un poco más largo ya que no subiré mucho porque me iré de vacaciones y aún no sé si tendré acceso a internet. Espero puedan entender :)
¿Ustedes están en vacaciones o están en época de clases?
Un saludo, gracias por leer!
un besoooo Bye! ^_^
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Frágiles Inexpertos. (Dylan O'Brien)
FanfictionShaylene, una joven de 17 años nunca iba a imaginar que un encuentro en una cafetería iba a cambiar el rumbo de su vida. Abrumada con sus tareas, busca un lugar donde evadir su mente hasta que encuentra una cafetería alejada de todo lo que ella con...