Sin compromiso (Libro I) Terminado

Atrevida

Alice

Llego a mi casa entro con cuidado de que no escuchen mis papás pues son las 3:10 a.m, entro a mi cuarto, me cambio el vestido por una pijama y me acuesto, se que debería bañarme pero si mis padres escuchan la regadera a estas horas será algo sospechoso así que optó por bañarme en la mañana.

Acostada me pongo a pensar en lo que paso, si fuera otra me sentiría mal por haber perdido algo tan importante con alguien que no significa nada para mí pero me siento feliz no siento que haya sido una mala decisión.

Enric me hizo sentir bien justo como quería que me tratarán al perder mi virginidad.

También me pongo a pensar en lo que le dije a Enric, es verdad no quiero verlo más, me siento apenada por qué no ha podido disfrutar aparte dudo que el me quiera ver también, el es de solo una follada así que me ahorre la vergüenza de que el me lo dijera antes a mi y antes de que dejara ver su lado egocéntrico el cual odio.
Ves te dije que Enric nos ayudaría a olvidarnos de Aarón.

En todo el tiempo que estuve con Enric no pensé en Aarón así que es algo bueno espero y así siga mi cabeza sin pensamientos tontos.
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Voy caminando con mis amigas y vamos platicando sobre cómo Samantha ha conocido a un chico nuevo y hoy tendrá una cita lo cual me alegra mucho porque en todo el tiempo que la conozco nunca ha salido con chicos.

—¿quieres ir a cenar Alice?—pregunta Adelaide.

—No puedo hoy entro más temprano al trabajo.
—Cierto había olvidado que ya estabas trabajando.—responde haciendo una mueca.

He decidido empezar  a trabajar para olvidar todo lo que pasó con Aarón y de una vez lo que pasó con Enric aún que con Aarón lo he logrado un poco con Enric no he logrado nada, pues la mayoría de las noches sueño como sus dedos rozan mi piel, sus labios sobre los míos y el adentro de mi, aunque también me he metido a trabajar porque necesito el dinero para poder pagar mi carrera.

—Así es, tengo deberes, pero por mi no se preocupen que eso me ayuda a distraerme—digo sonriendo—disfruta tu noche y fíjate bien si el chico es bueno o no, no quiero verte llorar después—le digo a Samantha. Y ella asiente dándome un beso en la mejilla.

—Y tu consigue un chico para que no necesites de tus amigas para salir a cenar—le digo a Adelaide.

—No gracias, yo lo único que necesito de un chico es la polla y nada mas, observa y aprende Samantha para que después no llores por los estúpidos hombres.

—No todos los hombre son iguales—responde Samanta.

—Claro que si y les doy un concejo a las dos, solo follen y follen hasta que no puedan caminar de lo rozadas porque los hombres no sirven para otra cosa que no sea follar—dice Adelaide sonriendo con una ceja levantada.

—Vale que cada quien agarre a los chicos para lo que quiera—contesto riéndome por el comentario de mi amiga y por las caras de Samanta.

>>Nos vemos chicas tengo que trabajar disfruten su noche.—me despido de las dos.
Llegó a mi casa y como siempre no está mi mamá por estar con sus amigas y papá trabajando.

Le marco a mi hermana para saludarla y saber cómo están mis sobrinos los gemelos más traviesos que conozco junto con su hermana, después le marco a mi hermano para saludarlo igual y también a mi pequeño sobrino. Soy tía de tres hermosos niños y una hermosa niña y con eso me basta para no pensar en hijos.

Termino de hablar con mi hermano y me ducho, ya arreglada salgo de mi casa hacia mi trabajo, estoy trabajando de mesera en un restaurante que queda un poco lejos de mi casa así que tengo que tomar autobus y irme una hora antes para llegar a tiempo.