otra perspectiva del amor

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Un mes después

Alice.

Cómo cada noche, me acuesto muy temprano porque no tengo nada que hacer.

Mis padres siguen juntos, no se separaron, creo que papá ama demasiado a mamá pues la perdono pero ella no ah cambiado en su actitud sigue siendo la misma de antes ah dejado de salir con sus amigas pero todo el tiempo se la pasa enojada y de todo me regaña. Ya no la veo igual, ya no siento el mismo amor que sentía por ella, nunca dejará de ser mi madre y siempre la voy amar pero lo que hizo algo cambio en mi respecto a ella.

Ahora veo las cosas diferente, yo creia que lo de mis padres era amor verdadero al verlos juntos y felices cuando eran una pareja de verdad pero mi mamá lo engaño y paso lo de Enric y ahora tengo otra perspectiva del amor, sigo creyendo en el amor por qué el amor verdadero si existe pero las personas no sabemos darlo, no sabemos cómo reaccionar a un sentimiento tan fuerte, no sabemos que hacer con algo tan maravilloso, algo tan genial.

La esperanza de encontrar a alguien que me entregué el mismo amor que yo tengo, se murió,  no creo encontrar a alguien que pueda corresponder mi amor.

Sonó cursi pero no importa.

Estoy acostada y las lágrimas salen, se les ha hecho costumbre salir sin avisar.

Espero y pronto cambie eso.

Al siguiente día me levanto, me ducho y me arreglo para ir a la universidad aunque las maldita ojeras no desaparecen.

—¡Hey pero que hermosa estás hoy!—dice Adelaide.

Sonrió sin despegar los labios.

—¿Cómo estás Ali?—me dice Samantha.

—Bien gracias y ¿ustedes?

—Bien—responden las dos.

Comenzamos con nuestras clases.

En el horario de descanso se la pasan haciendo bromas y chistes subiendo me el ánimo, saben que estoy mal aunque lo niegue. Saben que me dolió mucho la traición de Scarlett. Con ella ya no eh vuelto a tener contacto ni la eh visto más.

Gracias al cielo.

Se terminan las clases y salimos de la universidad.

—Bueno chicas en una semana tenemos una fiesta que va a estar buenísima—dice Adelaide.

—Bien para ir viendo mi oufit—dice Samantha.

—¿y tú Alice? ¿Vendrás verdad?—Pregunta Adelaide.

—No voy a poder chicas.

—¿Por qué?—Dice Samantha haciendo un puchero.

—En dos días me voy a cambiar de universidad, me voy a ir de intercambio.

—¡¿Qué?!—preguntan

—Me voy a ir de intercambio.

—¿Por qué no nos habías dicho nada?—pregunta Samantha.

—No quería que nadie los supiera hasta no estar segura que me aceptarían en la otra universidad, de hecho mis padres tampoco lo saben.

—¿Pero… por qué?—pregunta Samantha.

Suspiro y sonrió.

—Necesito nuevos aires.

—No, no te vallas—me ruega Samantha.

—A mi me parece lo mejor Ali, es mejor, sal, vive, disfruta no te quedes estancada.—me dice Adelaide y me sonríe.

>>Recuerda conseguir un buen pene.

Me río.

—No cambias.

 Seguimos con nuestro camino y me encuentro a Aarón.

Me mira y me sonríe.

—Hola—saluda muy sonriente.

—¿Alice vamos?—pregunta Adelaide haciendo mala cara a Aarón.

—Puedo hablar contigo—me dice Aarón.

Asiento.

—Hablare con Aarón si quieren pueden irse—les digo.

—Pobre de ti si le haces algo—le dice Adelaide a Aarón.

Yo solo niega serio.

—Bye—me dicen las dos.

Se alejan y Aarón y yo comenzamos a caminar hacia mi casa.

—El otro día tenía varias llamadas perdidas tuyas pero no pude contestar ¿Paso algo?

Suspiro tratando que no salgan mis lagrimas.

—Necesitaba de una compañía, para procesar el hecho de que mi mamá haya engañado a mi papá.

—Mierda te enteraste casi en tu cumpleaños.

—¡¿Qué?!—me mira serio.

—Ah..mm…

—¿Aaron tú lo sabias?—digo deteniéndome y parandome frente a el.

Asiente.

—¡¿Y porque no me lo dijiste?!

—¡A mí no me correspondía decírtelo!

Ah era eso.

—Eras mi jodido novio Aarón, eras parte de mi, si podías habérmelo dicho carajo.

—Joder Alice no digas esas palabras.

—¡Carajo!—digo caminando más rápido.

—Alice espérame.

—¡Sabes que tú también aléjate de mi!—digo aventándolo y pegándole en el pecho.

—Pará..

—Todos son unos jodidos cobardes, tu por no haberme contado la maldita verdad y haberme dejado en lugar de estar conmigo afrontando todo esto.—Lloro.

—Hey tranquila.—trata de abrazarme pero no me dejó.

—Déjame en paz.—le grito y camino hacia mi casa.

Joder ¿por que no me lo dijo? Los tres se burlaron de mi y me vieron la cara de estúpida.

Último capítulo pero falta el epílogo 😊

Sin compromiso (Libro I) TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora