Capítulo 42

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Después del almuerzo con la conversación tan animada que tenían,  recogieron todas las cosas y lavaron los platos y los chicos concluyeron los preparativos para ir a la ruta que había propuesto Ana. 

Riele fue la que organizó todo lo que se llevarían y que apuntó en una servilleta de la cocina mientras que Jace y Ana lavaban los platos. La chica apuntó para hacer varias comidas caseras con Ana, como por ejemplo, una tortilla de patatas típica del país de Ana, también una ensalada de pasta, croquetas y nuggets. Además, también pensaron en cómo repartir todas las cosas que se llevarían entre las mochilas de los cuatro.

Finalmente, decidieron hacerlo dos días después de hablarlo, un jueves para que no hubiera tanta gente como en el fin de semana haciendo aquel camino. Todos estaban emocionados por hacerlo y Ana se sentía muy ilusionada por la disposición de sus amigos.

Después de esto y de poder reposar la comida un tiempo, Ana se fue a cambiarse de ropa antes de ponerse a  montar la piscina, los demás hicieron lo mismo para estar cómodos. Cuando la chica llegó a su casa abrió el armario y suspiró, miró por encima la ropa para ponerse algo que no se estropeara mucho si se manchaba, nunca había montado una piscina por lo que no sabía si tenían que engrasar algunas piezas.

Abrió también un cajón donde tenía una toalla para la playa y unos cuantos bikinis que se había llevado. Después de cinco minutos rebuscando, optó por un bañador morado con flores el cual tenía unas bonitas tiras cruzadas en la espalda. Se puso unos pantalones cortos de deporte cómodos y al tener el bañador no se puso ninguna camiseta. A pesar de esto, sí se llevó una camiseta en la mano por si las moscas.

Al terminar, partió de nuevo a la casa de sus amigos, a la salida de su casa de encontró con Isi, la cual le dijo que disfrutara y le mostró una dulce sonrisa que le llegó al corazón.

Entró a la casa de sus amigos y, como casi siempre, todos estaban en el salón ya preparados mientras veían la televisión. Jace al ver a su chica en la puerta se levantó para recibirla con un dulce beso en los labios y un abrazo. Ana sonrió al notar los fuertes brazos del chico alrededor de su cuerpo, no sabía expresar lo feliz que era.

Se separó un poco de Jace para mirar a sus amigos y habló.

-¿Vamos al lío?

Riele se levantó asintiendo.

-He cogido el altavoz y tengo ya una playlist para animar la tarde, los chicos ya han sacado todas las partes de la piscina y aquí están las instrucciones. -dijo Riele levantando el papel de la mesa.

Todos de dirigieron hacia el patio y se pusieron manos a la obra.  Riele y Ana, que eran las más organizadas del grupo, empezaron a leer parte por parte todas las instrucciones, primero contando y asegurando que tenían todos las partes que venían en la caja y después viendo por donde había que empezar.

Sin embargo, Jace y Sean se pusieron desde el principio cogiendo un  par de barras de metal y un empalme para juntarlas, sin saber muy bien lo que hacían.

Cuando las chicas terminaron de leer las instrucciones miraron en qué parte del patio debían poner la piscina. Lo mejor era en una zona cuyo suelo sea liso y sin pendiente.

El patio era gran parte del suelo de la casa, teniendo una gran cochera al final de este para poder meter los coches. Allí, a pesar de que para entrar por el gran portón había que ir a la calle paralela,  tenían el coche de los chicos. Ana calculó que cabrían 4 coches sin contar la entrada al patio. Ésta estaba cubierta por un tejado hasta la puerta del baño exterior y tenía una mesita con cuatro sillas de metal, además de varias plantas que Riele cuidaba todos los días. Aunque cuando llegaron a la casa las plantas estaban algo secas, al empezar a regarlas un poquito todos los días, ya estaban bastante mejoradas e incluso habían crecido un poco.

Después de decidir dónde la colocarían, miraron a los chicos que seguían a su rollo.

-¿Se puede saber que hacéis?. - preguntó Riele y al notar el tono de su voz Ana se empezó a reír.

Sean las miró extrañado.

-Pues montar la piscina, ya que vosotras no estáis haciendo nada... Podríais ayudar.

Ana estalló a carcajadas más fuertes.

-Tenemos que decidir donde ponerla y ver las instrucciones. -dijo entre carcajada y carcajada.

Sean abrió los ojos sorprendido, no se acordaba de las instrucciones ni siquiera. Jace negó con la cabeza y se acercó a las chicas para ver las instrucciones.

Las chicas les contaron cómo lo iban a hacer y las partes que tenían que montar primero. Empezarían poniendo una lona en el suelo y un cesped artificial que habían comprado para poder tumbarse ahí con las toallas. Después empezaron a montar el esqueleto para poder meter la parte de plástico ahí y que se mantuviera de pie. 

Después de un par de horas de discusión y risas, consiguieron montarla, ya sólo le faltaba meterle el agua. Ana se acercó al grifo para engancharle una manguera que había en el patio mientras que Riele y Sean fueron a preparar la merienda para poder refrescarse después del duro trabajo.

Jace se acercó a Ana y le ayudó a enganchar la manguera al grifo. Ella aún estaba agitada por unas bromas que habían hecho antes y no podía parar de reír.

-Nunca pensé que montar una piscina iba a ser tan divertido. -dijo Jace cuando tocó su mano para ayudarla. Ante aquel contacto Ana lo miró sonriendo y le acarició de nuevo su mano.

-Yo creo que nunca me he reído tanto en mi vida. - contestó Ana soltando una pequeña risa al recordar de nuevo la broma.

Cuando engancharon la manguera, la pusieron en el fondo de la piscina y abrieron el grifo para que se empezara a llenar.

Aquello fue desastroso.

Al dejar la manguera en el suelo y empezar a echar agua parecía como una serpiente. No la habían sujetado con nada y como no había agua dentro, no se mantuvo en el suelo, sino que salió disparada.

Ana soltó un grito tapándose del agua que salía a través de la piscina. Jace se empezó a reír sin hacer nada.

-Pero apágala tonto!! . - gritó Ana alejándose de la piscina y echándole una mirada asesina.

Jace sin dejar de reír la apagó, y salieron Riele y Sean con una bandeja. Su amiga los miró confusa y al ver a Ana mojada entera preguntó con una sonrisa.

-¿Qué te ha pasado? .-Ana le indicó con la mirada que era por culpa de Jace. - Mira el lado bueno, te has refrescado.

Ana le sacó la lengua riéndose y se acercó para merendar con sus amigos. Al menos ya no tenía tanta calor.

Reality - Jace NormanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora