Parte 1

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Narras tú:

Estaba sola en casa. Mis padres habían salido para tener una cena romántica, ya que hoy era su aniversario de bodas y para no ser mal tercio me quedé toda la noche en mi habitación, tapada con una manta sobre mi cama y la única luz que iluminaba la estancia era la de mi computador encendido.

El día anterior había salido a la feria de pulgas a ver que me encontraba y mi cara se iluminó al ver que en un puesto donde vendían películas piratas se encontraba mi serie favorita completa. ¡Sonic x! Sin pensarlo dos veces se la compré al vendedor y fui directo hacia mi casa a verla. Intentó decirme algo, pero como buen meme de Fry, le di mi dinero y me fui.

Así que ahí estaba yo, frente al computador, viendo la antigua serie que veía cuando niña

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Así que ahí estaba yo, frente al computador, viendo la antigua serie que veía cuando niña. Pero... creo que lo recordaba mejor, en esta serie el doctor Eggman se comportaba un poco extraño. Se mostraban escenas de él en su laboratorio hablando solo, trabajando en un invento con el que al fin podría derrotar a Sonic —porque el amor vuelve loco hasta al más cuerdo— se decía a sí mismo.

Como no recordaba que sucediera eso en la trama, me dio intriga. Por lo que decidí seguir viendo los capítulos para ver con que arma sale ahora ese Doctor. Estaba bastante concentrada que no me percaté el pasar de las horas, hasta que dieron las 12 de la noche y el doctor dijo:

—¡Por fin! Está terminada, solo me queda apretar un botón.

El anciano redondo se carcajeaba feliz mientras un tablero lleno de botones estaba frente a él. Movió su mano para apretar el botón y en el momento en el que lo apretó la pantalla de mi computador brilló. Creí que sin darme cuenta le había subido el brillo pero la luz era tan intensa que sería imposible que eso pasara. El brillo se intensificaba y mi cuerpo era succionado por esta.

—¿¡Pero qué rayos pasa aquí!? —dije alterada al no ver nada.

—Tranquila pequeña, soy el Doctor Eggman y te he traído para que me ayudes.

Mis ojos se empezaron a acostumbrar a la luz y evidentemente un hombre gordo estaba frente a mí, «el supuesto Doctor» que tenía al frente se parecía mucho al hombre que estaba viendo hace unos segundos en mi pantalla. Espera un momento, ¿cómo dijo que era su nombre?

—¿Doctor Eggman? Pero qué pasada, ¡no puedo creer que de verdad sea usted! Es un placer conocerlo —le estreché la mano— Soy una gran admiradora suya.

—¿Qué? ¿Estás segura que no quieres huir o algo así? 

—¿Huir...? ¿Pero para qué?

—Menuda tipa me he traído. Bueno, pues entonces te contaré lo que tienes que hacer.

Eggman me contó su plan, o al menos eso es lo que intentó. Es que no soy capaz de comprender qué es lo que hago aquí o como siquiera es posible lo que está pasando. ¿Acaso es un sueño? ¿Puede que haya muerto y este es mi paraíso? Sinceramente, me parece más probable la primera opción, lo que significa que en cualquier momento puedo despertar.

—En resumen, quiero que te conviertas en eriza y te vuelvas su amiga, o quién sabe, quizás hasta en su novia. Lo importante de este asunto es que te quiera tanto que sea incapaz de atacarnos cuando se entere de que estás de nuestro lado.

Menos mal que dijo ese resumen que, o si no, no me entero. Aunque la idea me pareció buena, ya que Sonic es bien conocido por ser amable y sociable, lo que al menos sí me permitiría convertirme en su amiga. Le encuentro un pequeño problema a este plan, y es que cuando Sonic se enfrenta a algo malo no duda en destruirlo. ¡Podría morir! Creo que lo mejor sería decirle al Doctor que no y continuar con mi aburrida vida de humana.

—Doctor no creo estar segura de esto —dije un poco tímida.

—No te preocupes, Shadow te ayudará en todo.

—¿¡Sha... Shadow!? ¡Ay qué emoción! ¿Cuándo lo conoceré? —decía un poco descontrolada.

—¡Shadow, ven aquí! —gritó el doctor con una sonrisa en su rostro.

—¿Me llamó, Doctor? 

En un instante un erizo negro con pequeños toques de rojo y un gran pelaje en el pecho se paró al lado del doctor y se arrodilló para hacer una reverencia. No sé si ya se había percatado de mí o simplemente me ignoraba, de cualquier forma nada me quitaba la emoción de tener a la forma de vida perfecta frente a mí.

 No sé si ya se había percatado de mí o simplemente me ignoraba, de cualquier forma nada me quitaba la emoción de tener a la forma de vida perfecta frente a mí

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—Sí, ella es (Tn) y es la que nos ayudará con la infiltración en el equipo de Sonic.

—Es un placer conocerte (Tn).

¡No me lo puedo creer! 

Estoy frente a Shadow the Hedgehog, el chico malo, el que no tiene bando, la forma de vida perfecta, el que ama a María, el que es bueno, pero no lo sabe. ¡Ay! Pero qué emoción, no pensé que fuera así, es tan pequeño que solo llega a mis caderas, es tan mono que no resistí más y lo abracé, a lo cual él reaccionó un poco mal.

—¿Pero qué crees que haces? ¡Suéltame! —dijo mientras trataba de zafarse de mí.

—Lo siento mucho —lo solté, pero no pude evitar esbozar una sonrisa, la cual no me hacía parecer como si me estuviera disculpando de verdad.

—Lo siento, Shadow. Verás, al parecer ella es una gran admiradora nuestra —dijo el Doctor tratando de tranquilizar al pequeño erizo negro.

—Admiradora, ¿eh? Pues es un gusto —me dedicó una sonrisa siniestra, la cual me asustó y me encantó al mismo tiempo— espero que al menos sobrevivas por un tiempo.

(Tn) Tu nombre


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El rojo que nos une (Sonic X)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora