El rojo que nos une (Sonic X)

Parte 11

Me gustó el nombre Jack,  asi que ese sera el nombre de nuestro nuevo/antigüo amigo.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Después de entregarle el regalo a mi madre, prácticamente Jack me sacó de la casa a tirones. Parecía que en realidad estaba necesitado con la fiesta; la verdad no me llevo muy bien con los niños pequeños, pero por mi mejor amigo haría lo que fuera.

Aunque aun no lograra salir de mi cabeza ese extraño sueño que tuve, ¿de verdad habré entrado a mi computadora?. No recuerdo haberme acostado en mi cama anoche, tal vez me dormí y mis padres me arroparon, pero ellos no hacen eso hace años...

—¿En que piensas?

—¿Eh? —Volviendo a la realidad— Emm en nada, ¿Por qué lo dices?

—Estas muy callada... y has estado mirando un punto fijo por 5 minutos, ¡no se como has podido cruzar esa calle!

—¿Había una calle?

—¿Ves? a eso mismo me refería, dime. ¿En que piensas?

—Pues... —Decidí contarle mi historia, creo que puedo confiar en Jack—.

—Vaya pues es algo un poco raro —se quedo unos segundos meditando— Yo creo que aunque haya sido un sueño o no, debes creer que es verdad. Porque como los demás dicen, los sueños olvidados se pueden convertir en pesadillas.

—Hmmm, tal vez tengas razón. Gracias por el consejo.

—De nada. Y la próxima vez que te quedes sola en casa me llamas para ver una película y de paso entrar en ella.

—¡No te burles! —Un poco molesta pero bromeando—.

Conversando y riendo se nos paso la hora y llegamos a su casa, fue fácil reconocerla ya que contaba con unos globos coloridos a la entrada de la casa junto a un montón de papelitos de colores tirados por todo el jardín.

—Te dije que necesitaba ayuda.

Entramos a la casa y una oleada de niños me ataco. Querían jugar conmigo.

Mientras yo los tenia que soportar, Jack solo se dignaba a usar su celular y a mirarme (...) Un momento, ¡Me esta grabando! Ese desgraciado, lo hubiera golpeado si un niño pequeño y muy adorable no se me hubiera acercado.

—¿Donde esta mi mami?

—Lo siento pequeño pero las mamis llegaran en unas horas, pero no te preocupes, yo cuidare de ti pequeño... emmm ¿como te llamas?

—Me llamo Chris.

—¡Chris! —En ese momento el niño comenzó a llorar, al parecer lo asustó mi grito—.

Todo se arruino, ya que los demás niños al escuchar el llanto del pequeño Chris todos comenzaron a llorar y Jack y yo tuvimos que hacer ridiculeces para calmarlos. Por suerte las madres llegaron, pero dos horas después, lo que provocó que estuviéramos agotados cuando se fue el ultimo niño. Haciendo que cayéramos rendidos en el sillón del living.

—Estoy agotada. Que suerte que tu hermano solo cumple años una vez al año.

—Es un alivio, espero que en la del próximo año no invite a todo su curso —Jack sonrió y dejo a la vista sus perfectos dientes blancos que resaltaban con su piel morena—.

—Se me olvidaba, gracias por el regalo del día de las madres, de verdad me salvaste.

—No es nada, tenia planeado comer chocolate pero cuando te vi durmiendo supe que no tenias nada para tu madre así que use el que me iba a comer, y la cinta para adornar la encontré en tu velador.

—Me quede pensativa un momento— Que raro... de alguna forma esa cinta me parece familiar, se que la e visto antes.

—Tal vez en una mercería, en esos lugares esta repleto de esas cintas.

—No, esa cinta es diferente. Tiene un color muy inusual...