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Cuando sientes que vas a morir sientes de todo en ese momento. Adrenalina, miedo y arrepentimiento, es un conjunto de emociones que se te hace difícil explicar con palabras.

Pero así era como exactamente Donghyuck se sentía, porque él probablemente iba a morir y precisamente en las manos de su madre.

Para empezar se había quedado dormido porque se le había olvidado colocar la alarma, despertó comenzando a correr de aquí y allá por la habitación, pero aún seguía medio dormido así que intentó no volver a caer en la tentación de volver a su cama, trato de estar listo en unos cinco minutos, pero el dolor en su parte baja se lo impedía. Al final decidió no estar demasiado decente, por lo que terminó con el cabello desordenado y posiblemente la camiseta de la escuela al revés, pero eso no importaba, solo le importaba llegar a tiempo. Incluso si eso hubiera implicado no lavarse la cara y los dientes.

Es por eso que ahora mismo iba corriendo, en realidad caminando rápido ya que si corría le dolía como el infierno y no quería que las personas observaran que ponía caras raras y que caminaba como un pato, mientras que al mismo tiempo trataba de comer la manzana que había sacado del frutero esa mañana, no era muy fanático de estas pero ayudaban a que no muriera de hambre.

Hecho una y mil maldiciones al autobús por demorarse más de lo que debería. Pero se sintió un poco más aliviado cuando vio que uno venía doblando la calle, se subió y rogó por que la persona que conducía lo hiciera rápido. Miró impaciente la hora en su celular y suspiró nervioso cuando vio la escuela por la ventana.

Se bajó del autobús y volvió a caminar rápido, para llegar. Pero el alivio no duró mucho, y se dio cuenta que su esfuerzo por llegar a tiempo se había ido a la basura cuando observó que la escuela estaba cerrada. Definitivamente quedarse dormido era lo peor que le podía pasar en todo el año.

Desafortunadamente no le quedó de otra que llamar al conserje para que le abriera la puerta, sabía que iba a estar jodido cuando llegara a casa pero no le quedaba de otra, después de todo es normal que los adolescentes se queden dormidos al menos una vez al año, o al menos eso pensaba para consolarse. Porque su madre no pensaba lo mismo.

Pidió disculpas al profesor y entró al salón tratando de no llamar mucho la atención, agradeció mentalmente que nadie lo hubiera mirado por mucho tiempo, excepto uno.

—¿Qué? - Preguntó moviendo sus labios desde donde estaba, porque debido a que el otro se sentaba más adelante era casi imposible que lo escuchara si le susurraba, pero se dio cuenta que el otro le entendió cuando Mark se encogió de hombros y se volteo.

La clase continuó normalmente, trataba de concentrarse lo más posible, a veces era muy distraído y eso le jugaba en contra, pero aún así lograba tener buenas notas, una vez tuvo de compañero a un chico, recordaba que este se dormía en clases y aún así sacaba buenas notas, Donghyuck lo envidiaba demasiado, se preguntaba, ¿Por qué no podía ser como el?, se esforzaba mucho colocando atención en clases y encerrándose en su habitación para estudiar.

Mientras que el otro solamente se dedicaba a dormir, jugaba con sus amigos y se notaba mucho que sus padres lo querían, suponía esto porque se veía que su madre siempre lo felicitaba y no le exigía demás.

Y ahí es cuando se comenzaba a comparar, ¿Por qué su madre siempre le exigía demás?, ¿Por qué no podía salir a jugar con sus amigos y tenía que estudiar?.

Esa parte de su infancia fue difícil, su madre exigiendo y castigándolo, no le gustaba recordar aquello. Es por eso que se ha esforzado por mucho tiempo, no puede volver a ser aquel chico débil, ahora él había cambiado, ahora tenía buenas notas, le ganaba a los demás, desde que aquel chico se fue de la escuela, había terminado su pesadilla y había sido un nuevo Lee Donghyuck, uno con buenas notas que complacía a su madre, no tenía necesariamente vida social, pero si era el mejor académicamente.

Me estoy enamorando de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora