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Donghyuck sintió que su cuerpo estaba probablemente en otra órbita, la cual no era el planeta tierra precisamente, porque mientras escuchaba a su madre regañarle y gritarle caminado de un lado a otro, no sentía su cuerpo, era como si todo aquello pasara en cámara lenta. Ni siquiera sabía la razón del porque no se encontraba con el constante pánico y miedo en su pecho, ni el porque no estaba llorando y tratando de darle una y mil explicaciones de que no había sido su culpa.

Pero contrario a todo el miedo que debería tener, estaba en completo silencio esperando a que su progenitora se calmara, es por eso mismo que sentía su cuerpo en otra órbita la cual no era la normal, sabía que su verdadero yo sentiría el rápido latido de su corazón y quisiera escapar inmediatamente de aquella situación. Pero allí estaba, parado al medio de la sala con la espalda completamente recta y con las manos en sus bolsillos por lo fría que estaba la mañana, viendo como al fin su madre se calmaba y tomaba un trago del cargado café que seguramente se encontraban helado por el largo rato que lo había estado regañando.

—Voy a hacer que despidan a la bibliotecaria. - dijo con un tono decidido mientras bajaba la taza de café de sus labios y volvía a ponerla en el platillo. —Que el director agradezca que no demandaré a la escuela por esto. Es inaceptable que haya ocurrido algo así. - conectó la mirada con la de su hijo.

Fue ahí, en el que sintió que su cuerpo paraba de flotar en aquella extraña órbita en la que había estado todos esos minutos, porque la filosa y fría mirada de su madre siempre le provocaba un extraño escalofrío que hacía que prestara atención en segundos. Sintió como todo su sistema nervioso se comenzó a activar, porque aquella mirada lo había devuelto en un abrir y cerrar de ojos a la "Realidad" en la cual vivía.

—Puedes subir a tu habitación.

Donghyuck asintió dirigiéndose casi inmediatamente a las escaleras, cerró la puerta de su habitación y recostó su espalda en ella, suspiró cerrando sus ojos, y luego comenzó a reír, porque en ese momento no se conocía a sí mismo, no había preocupación ni miedo. Por alguna extraña razón ni siquiera se estaba sintiendo culpable de no haber tenido su celular con suficiente batería, porque creía que quedarse encerrado allí había valido la pena, tal vez esa conversación y tiempo que compartió con Mark había despertado un ligero alivio en su pecho.

La mayoría de los días Donghyuck se sentía encerrado en una burbuja, la cual solo podía ser controlada por su madre, porque siempre dependía de ella si esa burbuja se quebraba haciendo que cayera a un extraño vacío, y tenía el poder de dirigirla hacia donde ella quisiera, porque él no podía hacer algo para tratar de reventarla por sí mismo. Él quería tomar su propio camino, pero tampoco se conocía para saber a dónde dirigirse, y prefería que su madre siempre le dijera dónde ir, no tenía aquella chispa de querer hacer algo por su cuenta, porque esta se había apagado hace tiempo.

Pero aquel riesgo que había vivido en la biblioteca, los sentimientos agradables que había recordado, y la adrenalina que había vivido un par de días atrás cuando se escapó para encontrarse con Mark en aquella fiesta, había logrado hacer que esa chispa, volviera a encenderse un poco. Solo esperaba que el miedo y la ansiedad no volvieran a apagarla otra vez.

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—Como sabrán, la escuela tiene organizado un campamento. - el profesor comenzó a explicar tranquilamente mirando a los alumnos los cuales le prestaban atención. —Nos iremos el lunes en la mañana, espero que descansen bien este fin de semana porque el campamento estará lleno de actividades evaluativas. - al terminar de decir aquello escuchó una queja al unísono por parte de los demás.

Donghyuck miraba todo en silencio, estaba procesando mentalmente en que no sabría como hacer todas aquellas actividades sin morir, tal vez estaba exagerando un poco, pero él no era bueno para los deportes, estaba seguro de que se terminaría lastimando, pero si las actividades eran evaluadas no le quedaría de otra que dar lo mejor de sí.

Me estoy enamorando de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora