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Se apoyó en el árbol para mantener su estabilidad y así poder observar si es que venía alguien a buscarlo, por un segundo pensó en la leyenda que había contado Jeno unas noches atrás, trato de ser positivo, además era de día así que según él tenía menos posibilidades de que la joven de la leyenda se le apareciera ¿no?, pero también pensaba en los animales salvajes que estaban en el bosque. Suspiró tratando de mantener su pensamiento en escuchar el agua correr por el río y en los pájaros cantando.

Empezó a mirar alrededor por si veía a alguien, pero aún nada, estaba seguro de que lo iban a ir a buscar, suponía que lo encontrarían pronto ya que no se había movido del lugar en el que se había perdido.

Bufó volvió a sentarse, se revisó el pie, estaba un poco hinchado pero creía que mañana probablemente amanecería bien, o al menos eso esperaba, reviso la hora en su teléfono, eran las 13:30, rió secamente burlándose de su propia situación, había pasado una hora y media, y aún nadie iba por él.

Cerró los ojos frustradamente sintiéndose estúpido por creer que llegarían rápido a donde estaba, después de todo era el bosque y el podría estar en cualquier parte, quizás a los demás aún no se les ocurría volver a la ruta por la cual estaban antes, miró alrededor inquieto porque comenzó a aumentar su miedo.

Se quedó un rato así, su ansiedad creció mucho más cuando volvió a ver la hora, las 14:00 de la tarde, habían pasado dos horas, aunque entendía que tal vez la ruta era complicada, o que no la encontrarán fácilmente ya que no era la misma ruta que habían recorrido el día anterior, tal vez la profesora se confundió y se fue por otra ruta, después de todo el bosque tenía muchas rutas, podría tratar de volver él mismo pero estaba seguro que se terminaría perdiendo mucho más de lo que ya estaba.

Sentía que ya no podía estar más ahí sentado, tenía ganas de levantarse e ir a buscar el camino correcto para llegar al campamento, pero perderse más era un miedo aún más grande, así que se quedó allí.

3:45 de la tarde y comenzaba a tener ganas de llorar, se abrazó a sí mismo y comenzó a llorar, tenía miedo, pero no de no poder volver a ver a su madre, tenía miedo de que su vida acabara así de rápido y él no pudo hacer lo que quería, todo lo que hacía era por su madre, ella tenía preparada la profesión universitaria que debería que estudiar, ella manejaba su vida, pero él era el dueño de su propia vida, no quería terminar de esa manera. Quería hacer algo mejor con ella.

—¡¡Lee Donghyuck!!

Sollozo parando de llorar para tratar de escuchar mejor y no creer que estaba posiblemente alucinando.

—¡¡Lee Donghyuck!!

Se levantó lo más rápido que pudo, tomó su mochila en el suelo, no le importo el dolor de su pie ni el de sus músculos y corrió lo más rápido que pudo hacía donde esta se escuchaba.

—¡¡Aquí estoy!!. - gritó con todas sus fuerzas mientras buscaba la voz de Mark.

Mark lo vio, estaba con el cabello desordenado, en la cara tenía un poco de polvo y en ella corrían pequeñas lágrimas, corrió hacía donde estaba, y lo abrazó suspirando aliviado.

—Tranquilo, ya estoy aquí. - trato de tranquilizarlo mientras dejaba que llorara en su camisa.

—P-pensé que no ve-vendrías. - sollozo.

—Tenía que hacerlo. - susurró.

Donghyuck asintió calmandose al sentir el cuerpo del otro contra el suyo, hace unos momentos pensó que podría morir y que no volvería a ver a Mark jamás, y por alguna razón eso.... lo atemorizó.

A pesar que muchas veces a lo largo de su complicada adolescencia había querido quitarse la vida, no se había dado cuenta de que en realidad si la apreciaba, pero no la disfrutaba, era como si tuviera miedo de vivir pero también de morir, sabía que tenía que hacer algo mejor con su vida sin que la controlase su madre, pero se le había pasado la estúpida idea de que si moría en ese bosque ya no debería preocuparse por ser siempre perfecto. Tal vez todo ese tiempo no encontró una razón suficiente para sentirse vivo, porque estaba vivo pero no lo sentía realmente. Y tal vez la razón que había encontrado para sentirse vivo, estaba justo frente a él.

Me estoy enamorando de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora