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Toco el timbre de aquella casa que ya conocía y esperó pacientemente a que abrieran la puerta, poco después la abrió Mark vistiendo ropa casual y se hizo a un lado indicando que entrará.

—Llegas temprano, gafas. - él se burló mientras caminaba hacia la habitación.

—Se llama ser puntual. - se defendió mientras lo seguía por las escaleras.

—O se llama, ganas de tener sexo. - le sonrió ladinamente.

Donghyuck se sonrojo y entró a la habitación junto a él, pero solamente se quedó parado en el umbral de la puerta al ver los diferentes tipos de tragos que estaban sobre su escritorio. —¿Habrá una fiesta?. - preguntó saliendo de su confusión y terminó de entrar a la habitación.

Mark juntó los labios. —No exactamente, pero si quieres llamarlo así, entonces sí, es una fiesta.

Iba a preguntar porque no le había dicho nada antes, pero fue interrumpido por el timbre, vio que el otro bajó casi corriendo, él se quedó allí confundido, al cabo de unos segundos escuchó la voz de una mujer, así que decido bajar las escaleras.

Al llegar vio a Mark ser abrazado por una mujer, la cual parecía que tenía la misma edad de su madre, pero de alguna forma esta parecía mas alegre, el vestido amarillo floreado, el cabello castaño oscuro suelto y un poco despeinado, además de tener un maquillaje sutil en sus ojos, hicieron que su aura se viera tranquila y calida.

—¿Cómo ha estado mi bebe?. - preguntó la mujer agarrando las mejillas de Mark. Este blanqueó los ojos y se soltó. —Bien mamá.

La mujer sonrió y entró, dejando las maletas afuera de la puerta, fue en ese momento en que su mirada cruzó con la de él.

—H-hola. - saludó haciendo una reverencia de 360 grados, se estaba comenzando a sentir extremadamente intimidado por la mirada de ella.

—Hola. - le sonrío amablemente. —¿Eres amigo o novio de mi hijo?.

Sintió que se le salía el alma, jamás se había sentido tan incómodo en toda su vida, sintió que sus manos comenzaban a sudar y el color carmín subirle a las mejillas.

—¡Mamá!.

—¿Qué?, es lindo, serías un tonto si no lo haces tu novio.

Mark suspiró.

—Por cierto, ¿Dónde está Jeno?, dijo que me traería un regalo. - entró a la sala, dejando a los otros dos atrás.

—Me dijo que tendría que pasar a buscar a alguien, así que llegará en un rato más.

La mujer asintió y pidió a una empleada una taza de té, le dijo a Donghyuck y a Mark que se sentaran, estos le hicieron caso y por alguna razón se sentaron a una buena distancia del otro.

—Estamos en el siglo XXI, no sean tan formales conmigo. - dejó la taza de té cuidadosamente sobre la mesita de centro. —Así que, cuéntenme, ¿Cómo se conocieron?.

¿Cómo se habían conocido?, en una fiesta, eran dos desconocidos que tuvieron sexo y después por alguna situación extraña del destino, Mark le había llegado el balón en la cabeza.

Pero obviamente no podía decirle aquello.

—Me lanzó sin querer el balón en la cabeza y luego me ayudó. - explico.

—Te he dicho que juegues con cuidado. - se dirigió a Mark.

Este la miró indignado dejando de lado su celular. —Siempre juego con cuidado, pero él no estaba sentado en las gradas, además fue sin querer. - se excuso.

Me estoy enamorando de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora