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Para Donghyuck un día normal de clases, eran aquellos en los que no tenía exámenes, ni tareas que eran con puntos para las calificaciones, hoy estaba teniendo un día normal, salvo una que les había dejado el profesor de literatura, pero fuera de eso, el día generalmente había estado bastante tranquilo.

Con tranquilidad, se refería a que no se escuchaban murmullos fuertes por los pasillos, o tenía que tratar de esquivar a esos alumnos que corrían velozmente y la mayoría de las veces casi chocaban con el resto.

Pero lo que más le gustaba de esos días tranquilos, era que la biblioteca estaba realmente vacía, y también le gustaba esos días de lluvias en los que casi nadie asistía, esos días el siempre asistía, así que literalmente era tener la escuelas para él solo, con unos cuantos chicos de otros cursos, lo malo de eso es que todos andaban por los pasillos para no mojarse, cuando en días normales estos parecían caminos de pueblos fantasma.

Pensaba en eso mientras veía concentradamente por la ventana, pero sin mirar nada interesante que hubiera fuera de ésta, excepto ver como se mojaban los juegos de los niños pequeños.

Se dio cuenta que en verdad le gustaba su vida cotidiana en la escuela, o al menos prefería estar ahí que a punto de perderse en el bosque o hacer actividades que implementaran trabajo físico, aunque admitía que había sido divertido.

De hecho había servido para acercarlo mucho más a Jaemin, hace dos días habían vuelto del campamento y se habían vuelto mucho más cercanos, se juntaban en algunos recesos y hasta se habían pasado el número de celular, la relación de Jaemin y Jeno se podría decir que también había avanzado, al menos Jaemin ya no ignoraba tanto a Jeno.

—Tan loco te traigo que estas pensando en mi?.

Esa voz lo sacó de sus pensamientos, así que despegó su mirada de la ventana y miró al chico frente a él.

Rio secamente. —¿Quién dijo que estaba pensando en ti?.

El otro se cruzó de brazos, para luego mirarlo divertidamente. —Es bastante obvio, nadie puede evitar pensar en mí, sobre todo tú. - se encogió de hombros. —Después de todo.... lo que hemos hech—.

El otro paso rápidamente su cuerpo sobre la mesa tapándole la boca.

—Ya cállate Mark. - susurro a la vez que lo miraba con advertencia.

Mark rió burlonamente, colocando ambos brazos a los lados dando a entender que se rendía o que iba a estar en "paz", así que lentamente sacó su mano de la boca y se volvió a sentar.

—¿Qué haces?. - agarró su cuaderno sin permiso y lo miró desinteresadamente.

—Tareas, ¿sabes lo que es eso?.

Mark blanqueó los ojos. —Lo sé, ¿te recuerdo que soy mejor que tú en matemáticas?. - Donghyuck apretó los labios y arrugó la nariz, aceptando disgustado que el otro tenía la razón.

—Como sea, mañana tengo un juego así que no creo que nos podamos encontrar, ya sabes, si ganamos tengo que celebrar con el equipo.

Donghyuck asintió sacando sus gafas para poder rascar su ojo sin que se le manchara el vidrio de estos mismos.

—Así que... ¿nos podríamos ver hoy?.

Donghyuck asintió aún concentrado tratando de sacar la basurita de su ojo, Mark suspiró y se levantó de su asiento, se agacho a la altura del otro, y quito la mano de Donghyuck, reemplazandola por su mano, abrió el ojo lagrimoso del otro y sopló suavemente para que la basurita se fuera.

Tuvo éxito porque al pestañear un par de veces después de haberle soplado, la basurita le había dejado de molestar a Donghyuck.

—G-gracias. - habló nerviosamente mirando lo cerca que estaba Mark, este asintió carraspeado a la vez que se levantaba.

Me estoy enamorando de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora