—Deberías hablar con él. - su mejor amigo le aconsejó mientras estaba concentrado en el videojuego.
Mark negó. —Me dejó lo suficientemente claro que no quería nada más. - respondió con un sabor amargo en la boca al recordar aquel momento.
Jeno pauso el video juego suspirando pesadamente. —Enfrenta tus sentimientos Mark, al menos inténtalo.
Mark se quedó sin palabras al sentirse aturdido por lo que su amigo había dicho, cuando estaba por reclamar Jeno lo interrumpió.
—No digas que no es tu novio, porque está claro que ambos tienen sentimientos entre sí.
Volvió a suspirar mirando la pequeña caja sobre su escritorio, en la cual estaba guardado el arete de Donghyuck.
—Ok, levántate y toma tu chaqueta .- dijo decidido levantándose.
Mark lo miró confundido.
—Te llevaré a la casa de Lee Donghyuck, al menos aclara las cosas, no voy a dejar que te quedes aquí deprimido sin siquiera una explicación.
Suspiró y asintió, tomó la pequeña caja y se la echó al bolsillo de su chaqueta para luego seguir a Jeno.
Antes de bajarse del auto miró a Jeno una última vez buscando valor, este le sonrío y le guiño el ojo deseándole suerte.
Camino por la solitaria calle sintiendo el frío casi traspasar su abrigada chaqueta y se detuvo frente a la casa, dudo unos segundos en devolverse pero no podía porque ya estaba ahí, se dispuso a entregarle aquel arete que los había llevado a una extraña aventura y ahora a confesar lo que realmente sintió.
Toco el timbre y esperó unos segundos, abrió la puerta una mujer de cabello castaño perfectamente peinado y vestida elegantemente, la madre de Donghyuck supuso.
—Hola. - trato de esconder sus nervios. —Soy compañero de Donghyuck, ¿Está en casa?. - preguntó sintiéndose un poco intimidado por la intensa mirada de aquella mujer.
—Lo siento, pero no quiere ver a nadie.
Mark suspiró. —Entiendo, disculpe las molestias. - le hizo una reverencia y estaba dispuesto a marcharse de allí, pero cuando iba saliendo se dio cuenta que las luces de su habitación seguían encendidas, observó que nadie estuviera alrededor y luego se dirigió silenciosamente al balcón.
Comenzó a subir como pudo por este, jamás mirando hacia abajo porque temía que si lo hacía se caería. No sabía por qué se estaba arriesgando tanto, pero no podía irse de allí sin una explicación.
Cuando entró al balcón movió la manilla del ventanal esperando encontrarla cerrada, pero sorpresivamente esta estaba abierta. Espero encontrar a Donghyuck haciendo cualquier cosa, pero este solamente estaba durmiendo sobre su cama.
Pero cuando siguió avanzando, se congeló, no supo cómo reaccionar al ver el frasco de pastillas casi vacío al lado de Donghyuck, tocó su mejilla. —Donghyuck. - lo llamó no queriendo creer aquella posibilidad, pero este ni se inmutó. —No, no. - susurró sintiendo tenuemente su calor corporal, abrió la puerta de su habitación, tomó su cuerpo inconsciente y bajó rápidamente las escaleras importando poco si es que la madre de este lo veía o no.
—¡Cómo te atre—
Las palabras de la mujer quedaron atascadas en su boca.
—Ábrame la puerta. - dijo desesperado, porque no quería sentir que la vida de Donghyuck se iba entre sus brazos.
La mujer reaccionó e hizo lo que él le pedía.
Corrió rápidamente al auto de Jeno.
—¡ENCIENDE EL AUTO YA!. - dijo metiéndolo al auto.
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Me estoy enamorando de ti
FanfictionEsto empezó como una adrenalina, a veces Donghyuck cree que sabe el final de esta historia, pero lo que no sabe es el desarrollo, ¿Qué pasa si este cambia el final?. Advertencias: -Contenido explicito. -Contenido homosexual. -Contiene temas de ansie...