¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"You promised the world and I fell for it"
Oyes que la puerta principal es abierta y después cerrada.
- ¡Estoy en casa!- habla tu marido desde el vestíbulo mientras pone sus llaves sobre la mesa. Entra en la sala de estar mientras lo esperas en el sofá.
- Hola cariño, estaba pensando que podríamos ir a cenar ese lugar italiano que te gusta tanto- dice, distraído quitándose su chaqueta, las diversas cremalleras y botones hace que sea una tarea más difícil de lo que debería ser.
- ¿Quién es Rachel?- preguntas en voz baja.
Deja de intentar quitarse la chaqueta. Una pausa. Una pausa demasiado larga y autoincriminatoria.
- ¿Quién?- pregunta .
- No te hagas el tonto. Samantha te vio con ella en el baño la otra noche.
Silencio. Ni siquiera intenta negarlo. Dejas de hablar y pones tu cabeza sobre tus manos, y sientes que tu corazón se aprieta en dos.
Dejaste salir una risa sin alegría que suena más como un sollozo mientras las lágrimas comienzan a caer por tu cara. Esas lágrimas finalmente se soltaron porque una pequeña parte de ti pensó, tal vez, tal vez Samantha estaba mintiendo o ella no lo vio bien o ella cometió un error y el hombre de pie entre las piernas de otra chica en el baño de un bar de mala muerte no era tu marido, no era Roger.
Y el hecho de que esa pequeña parte de ti estuviera equivocada te hizo llorar aún más fuerte. La decepción, la angustia y la traición te hacen presionar tus manos sobre tu boca como si pudiera pegar los pedazos rotos. Se acerca, levanta el brazo, a punto de poner su mano sobre tu hombro para tratar de consolarte.
- No me toques- gritas, moviéndote lejos de él.
Conviertes tus manos en puños y sientes tus uñas clavándose en tu palma. Sientes que tus dedos perforan a través de la piel, crees que sientes sangre corriendo por ellas.
- Lo siento- susurra, sus propias lágrimas comienzan a acumularse en sus ojos. Ignoras su disculpa, prefieres no escuchar. Te niegas a hacerlo.
- ¿Recuerdas cuando prometiste que siempre estaríamos juntos? Porque recuerdo que pensé que lo decías en serio- dices, con la voz quebrada. Y se estremeció. Te estremeces porque recuerdas exactamente cuando te prometió que nunca te lastimaría y por un momento te trasladas a ese momento exacto.
•
Te despiertas con la sensación de los dedos de Roger arrastrándose por tu mandíbula, tus mejillas, tus cejas. Busca tu nariz para dejar un beso en la punta de la misma. Exhalas suavemente, con el corazón acelerado. Tus ojos finalmente se abren, y te encuentras con él mirándolo, con los ojos azules que tanto te encantan, con el brazo en su cabeza.
