Hace un año conocí a Lucy en un grupo de internet, comenzamos a hablar debido a que teníamos los mismos gustos, tres meses después decidimos conocernos y aunque al principio estaba nerviosa, todos mis miedos e inseguridades se esfumaron al verla sonreír. Descubrimos que no vivíamos tan lejos la una de la otra, así que tratábamos de vernos todos los días y con el paso del tiempo nos volvimos mas cercanas, duramos aproximadamente unos 6 meses de amistad.
Un 25 de Julio le dije todo lo que sentía por ella, y aun puedo recordar que todo fue tan único. La forma en la que tomó mis manos al mismo tiempo en el que sonreía y me dijo que ella también estaba enamorada de mi. Éramos las dos contra el mundo
Nos hicimos novias ese mismo día, lo nuestro era secreto ya que cabe recalcar que su familia era bastante religiosa y la mía también. Lucy tenía una hermana, decidimos contarle acerca de lo nuestro ya que sabíamos que nunca nos juzgaría, y no nos equivocamos. Pudimos escuchar su grito de felicidad a través de la línea telefónica, nos felicitó y nos deseó suerte en todo. En el fondo, Lucy y yo sabíamos que la necesitaríamos.
Nuestra relación no era ni es un crimen pero preferíamos mantenerlo en secreto, todos los días nos dedicábamos canciones, yo aprendí a tocar la guitarra y Lucy el piano, nuestras tardes se dedicaban en solo cantarnos y amarnos, hablar de cosas sin sentido o hablar prácticamente de nada. Todo era perfecto con ella.
Poco después empezamos a fantasear un poco más de la realidad, empezamos a pensar en crear una familia y casarnos. Todo era color de rosa hasta que decidimos armarnos de valor y contarle todo a nuestros padres. Decidí prolongarlo un poco más porque yo aún no estaba lista para ver la reacción de nuestros padres.
- Es que esto no debería sentirse como un crimen, no debería sentirme mal por esto porque sólo estoy amando a alguien. Nuestro amor no debería de ser visto de esta manera- digo llorando.
- Nuestro amor no debería estar escondido en un closet- añade Lucy, acariciando mi rostro, quitando las lágrimas de mis mejillas con sus delgados dedos- Hay que huir, podemos irnos lejos, a un lugar en donde nadie nos conozca- sus ojos oceánicos brillan con emoción.
- No... no Lucy, no podemos hacer eso. No tenemos nada, ni si quiera tenemos a donde...
- No necesito nada ni nadie más para ser feliz, contigo a mi lado es suficiente- interrumpe la rubia con una sonrisa.
- No tenemos con quien ir- repito.
- Agh cielo, te preocupas mucho y disfrutas tan poco- responde rodando los ojos- Podemos ir con mi hermana, ella nos dejara quedarnos en su casa- dice mientras acaricia mi cabello con adoración.
Alejé todos los malos pensamientos de mi cabeza, a la mierda mi familia, prefiero estar lejos de ellos antes de alejarme de Lucy.
- Yo... está bien, hay que hacerlo- rompí el silencio y sonreí ampliamente.
Lucy dio un grito de felicidad y acercó sus labios a los míos, pude saborear su labial sabor cereza en mi boca, definitivamente esta chica sabía como hacerme perder la cabeza.
🍒
Nos encontrábamos en la carretera en el automóvil de la hermana de Lucy, rumbo al lugar en donde empezaríamos una nueva vida.
Tomé su mano y me miró con felicidad.
- Te amo tanto- me susurró.
- Yo más- contesté.
Junté nuestras frentes y en ese momento supe que todo estaría bien.
Jamás me arrepentiría de esta decisión, estoy dispuesta a pasar el resto de mi vida con ella.
