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- ¿Estás bien?
Él te miró de mala gana. Ni siquiera escuchó lo que dijiste, pero sea lo que sea, eso lo hizo reír un poco.
- Luke ¿qué sucede contigo?
- Nada- respondió- Estoy perfectamente bien.
Le diriges una mirada de preocupación antes de mirar fijamente las botellas esparcidas por la casa e incluso algunas drogas. Mirás a Luke, sacudiendo la cabeza.
- Estás llorando.
- No, no lo estoy- sonrió con ironía. Sin embargo, había lágrimas corriendo por sus mejillas.
Eres la chica que le rompió el corazón y piensa que puedes ir a su casa y simplemente preguntar: ¿estás bien?
Un suspiro salió de tus labios, pasáste los dedos por tu cabello antes de recoger botellas vacías. Luke te observó con atención antes de recoger la botella de cerveza que estaba tomando.
-¿Esto es todo lo que has hecho desde que me fui?- gritaste desde la cocina, tirando las botellas en una bolsa de basura.
- Tal vez- respondió en voz baja, levantándose del sofá para seguirte.
Dejaste caer la bolsa de basura, de pie delante de él. Tus ojos eran cálidos, reconfortantes. Y así fue tu toque. Llevaste tu mano a su mejilla, tu piel suave aún olía a el perfume que él te había comprado hace años en París.
- Luke esto tiene que parar. No es saludable, mental y físicamente- él se encogió de hombros, riendo un poco.
- Me siento bastante bien.
- Bueno, no lo es- respondes con los ojos llorosos. Te apartaste de él, continuabas recogiendo más botellas, resoplando un poco cada segundo.
- Te extraño T / N- Luke habló.
- Vuelve- te burlaste, dejando caer la bolsa otra vez, apoyándote en el mostrador para mirárlo.
- Luke, no podemos funcionar si eres así. Y corrigeme si me equivoco, pero tú fuiste él que jodió la relación; dándome excusas y acostandote con mujeres detrás de mi espalda- escupiste mordiéndote el labio rápidamente. Luke frunció el ceño, caminando hacia ti, envolviendote con los brazos.
- Te dije que lo siento.
- Sí, un lo siento no siempre arregla las cosas- murmuras, presionando tu mejilla contra su pecho incluso aunque querías golpearlo al mismo tiempo.
- Quédate- susurró- Por favor bebé.
Tu estómago dio un pequeño vuelco al escuchar el sobre nombre. Suspirando, asentiste rígidamente antes de alejarte para volver a limpiar un poco la casa. Mientras lo hacías, Luke regresó al sofá, mirando fijamente el piso. No fue hasta que terminaste de limpiar que te sentaste a su lado.
- ¿Cuándo fue la última vez que tomaste una ducha?
-¿No lo sé, hace unos días?- se encogió de hombros, tomó su paquete de cigarrillos, sacó uno y se lo metió entre los labios, para después prenderlo. Sin embargo, no lo fumó por mucho tiempo cuando lo sacaste de su boca y lo pusiste en el cenicero lleno de viejas cenizas y colillas de cigarrillos.
- Ve a la ducha.
- Pero no quiero- gimió, todavía levantándose de todos modos. Señalaste el baño, Luke suspiró mientras se dirigía al baño.
Mientras Luke estaba en la ducha, el agua caliente caía por su espalda mientras miraba sus pies, suspirando. Sabía que sus acciones estaban mal. Él sabía que la razón por la que decidiste dejarlo era él. Sin embargo, todavía fingía ignorarlo para que no le doliera aún más de lo que ya lo hacía.
Una vez que estuvo duchado,salió, se secó y se puso ropa limpia antes de salir a verte, sentada en el sofá.
Cuando escuchaste sus pasos, te levantaste y lo miraste. Por mucho que no quisieras extrañarlo, todavía lo hacias y te preocupabas por él. Extrañabas despertarte y verlo sonreír, el olor de su colonia que se pegaba a cada prenda de ropa que poseía y conducir por la ciudad en las horas más altas de la noche.
- ¿No te sientes mejor?- preguntas mientras le das una pequeña sonrisa.
- No- él te sonrió tristemente.
- Por dios Luke- suspiras- Deja de ser así.
- ¿Ser como? ¿Deprimido?
Él te lanzó una mirada antes de mirar la mesa de centro. Un cigarrillo o un rollo de marihuana, eligió el que lo hace sentirse más adormecido.
Al igual que antes, encendió el objeto adictivo, dejando que el humo llenara su cuerpo antes de dejar que el vapor espeso saliera de sus labios mientras caía sobre el sofá. Lo viste hacer esto y sentiste que la ira burbujeaba dentro de ti.
- ¡Deja de joderme de esta manera Luke!- finalmente dices bruscamente, haciéndolo saltar en su lugar- Actúas como si no estuvieras haciendo mierda tu cuerpo y para ser honesta, ni siquiera estaría aquí a menos que fuera por Ashton y quieres saber el por qué?- te inclinas hacia delante, con lágrimas en tus bonitos ojos- Porque sabíamos que eres un desastre y nos duele verte así, y no sólo lo hice por él, lo hice porque me preocupo por ti, pero ¿cómo puedo ayudarte cuando ni siquiera te preocuoas por ti mismo?
Luke vio que se te escapaban las lágrimas de los ojos mientras te levantabas y vagabas por algún lugar de su casa, pero no sabía dónde. Un nudo comenzó a acumularse en su garganta, ahora que se da cuenta de que una vez más ha lastimado a su chica. Se sentó allí por uno o dos minutos antes de levantarse y buscarte, gritando tu nombre. No hubo respuesta, pero la escuchó.
Cuando abrió la puerta de su habitación,te vio, sentada en tu cama, llorando y secándose los ojos.
El corazón de Luke estaba acelerado y él se sentía tan mal por lastimarte, por lastimarlos. Lentamente, dio un paso adelante, sentado frente a ti, levantando tu barbilla. Lo miraste con tus ojos brillantes mientras mirabas los suyos inyectados en sangre.
Mientras él continuaba mirándote, Luke llevó su mano a tu mejilla, haciendo que te apoyara en su mano, con el pulgar recorriendo tu piel.
- ¿Estás bien?- te preguntó esta vez.
Sacudiste la cabeza, soltando un sollozo, cerrando los ojos mientras las lágrimas caían en la palma de su mano.
Luke sabía que lo que estaba a punto de hacer era arriesgado, sin embargo, no le importo, su otra mano sostuvo tu rostro, besando tus labios.
Todo se sentía suave, la forma en que sostenía tu cara en sus manos, la forma en que sus labios se moldeaban con los tuyos, incluso su respiración. Se sentía como si estuviera en un sueño, uno que era diferente al que él normalmente estaba acostumbrando y estaba bastante seguro de que para ti también fue diferente porque te derretiste ante su toque.
Te inclinaste hacia atrás, dejándote caer sobre su almohada mientras él se cernía sobre ella, reconectándose con sus labios, causando que un suave gemido resbalara por la sensación de su chica.
Él tiró de tus labios, besando tu mandíbula, tus hombros y bajando sus brazos hasta tus manos antes de volver a tu boca. Ya no llorabas, pero tu corazón latía tan fuerte que sentías que estaba fuera de tu pecho. En ese momento, se sintió un poco más que bien, fuiste llevada a recuerdos antiguos y besos robados cuando los dos no eran tan tóxicos.
- Luke- susurras,abriendo los ojos.
Él te miró, con los ojos brillantes, buscando un rayo de esperanza para los dos. Tal vez puedan aprender a amarse otra vez. Tal vez esten bien, tal vez puedan ser felices de nuevo.
- No puedo hacer esto.
Y así, los dos sentían que su corazón se rompía en un millón de pedazos como la primera vez.
